Demandó mucho tiempo de investigaciones y de ensayos, y luego de numerosas pruebas el esfuerzo de un grupo de expertos platenses tendrá sus resultados. Es porque los científicos de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) que crearon una planta que sirve para tratar agua con arsénico pondrán en marcha mañana el primer equipo de ese tipo construido. El invento será instalado en una escuela rural de Punta Indio, en la provincia de Buenos Aires.
La planta, que es un sistema de batimiento de arsénico en el agua ideado para tratar aguas subterráneas con alto contenido de ese metal, es obra de científicos del Centro de Química Inorgánica (Cequinor), el Centro de Investigación y Desarrollo de Ciencias Aplicadas (Cindeca) y la Planta Piloto Multipropósito (Plapimu) de la Facultad de Ciencias Exactas; y el Instituto de Recursos Minerales (Inremi), de Ciencias Naturales. Además, se trata de expertos que trabajan para el Conicet y para la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC) bonaerense.
Este organismo provincial viene apoyando al grupo de investigación mediante un subsidio especial de 300 mil pesos, por el cual se logró la construcción de 4 plantas para ser instaladas en escuelas rurales bonaerenses en los que los niveles de arsénico en el agua son elevados.
En la escuela nº 1 de la localidad de La Viruta, del partido de Punta Indio, funciona un nivel primario, un nivel secundario y jardín de infantes. Son aproximadamente 150 alumnos los que asisten a ese establecimiento educativo, donde tienen un régimen de mañana y tarde, hasta las 16 horas (con almuerzo incluido).
El equipo instalado en esa institución abastecerá a los alumnos, al personal de la escuela y a una colonia próxima donde viven unas 20 familias.
La planta permite el tratamiento de dos mil litros diarios de agua y logra potabilizarla con un contenido menor a 10 ppb (partes por billón) de arsénico, que es lo que
recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Como una batidora
El equipo, que funciona como una batidora, consiste en un tanque de 5 mil litros donde se coloca el agua contaminada con arsénico, arcilla y un agitador. Para hacer arrancar el agitador se necesita un motor eléctrico, que es lo que lo hace girar.
En un primer paso, se pone en marcha el agitador. Una vez en movimiento, el agua se agita con la arcilla en su interior. Después de un tiempo se lo detiene y se lo deja decantar para que lo sólido vuelva al fondo con el arsénico absorbido por la arcilla.
Luego del tratamiento, el material residual va a ser transformado en ladrillo u hormigón armado. Con esto se evita que el contaminante no vuelva al ciclo hidrológico.
Cabe mencionar que los investigadores del Inremi estudiaron diferentes tipos de arcilla hasta obtener diversas materias primas naturales aptas para la retención del arsénico presente en el agua. En tanto, los ensayos de laboratorio para ver si se eliminaba se realizaron en el Cequinor y en el Cindeca.