El Secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación y presidente de la COP 9, Homero M. Bibiloni se refirió a la necesidad de que las tres convenciones de Naciones Unidas de lucha contra la Desertificación, Cambio Climático y Biodiversidad junto con la temática de los bosques, generen sinergias pero sin atentar contra su propia “autonomía”.
Lo hizo al inaugurar el evento paralelo, “Desertificación y Cambio Climático: Opciones de financiamiento y oportunidades institucionales en el ámbito internacional” hacia el cierre de la tercer jornada de la Convención de las Naciones Unidad de Lucha Contra la Desertificación (COP 9) que se desarrolla en el hotel Hilton de la Capital Federal.
La COP es una oportunidad para generar una “nueva forma de relacionamiento entre los países” y coordinar esfuerzos con énfasis en una mirada local, subrayó. Quienes tienen responsabilidades sustantivas, expresó el secretario de Ambiente, plantean los ejes rectores de sus políticas por lo que “las agencias de implementación deben hacer una lectura de estas acciones y trabajar en ese sentido”.
Para Bibiloni, existe una gran diferencia entre los procesos de cambio climático y la desertificación. Si bien ambos se tratan de fenómenos globales, el primero “no distingue soberanías”, mientras que la sequía y la desertificación son “atendidas por todos y cada uno de estos países”. En el cambio climático, por tanto, hay una “dilución de parámetros nacionales” en pos de pensar en términos de “emisiones globales”.
Mientras la escasez de agua y la degradación de la tierra “poseen un componente cercano, que es la pobreza”, la economía y el mercado ponen valores a los productos primarios y “el agua y el suelo -implicados en estos procesos- son variables que no integran la estructura del precio”. Por tanto, “no beneficia a quien lo produce sino a quien lo consume”, consideró el presidente de la COP. En consecuencia, al no tener en cuenta las condiciones del suelo, la degradación va en aumento.
Tras su presentación, “Sinergias entre las Convenciones de Río en el marco de la Estrategia Decenal: implicaciones políticas y lineamientos de la Convención de Lucha contra la Desertificación (CLD)”, el Sr Emmanuel Chinyamakobvu, de la Secretaría de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) afirmó que “no todas las convenciones, o sus estados parte, están realmente interesados en el armado de sinergias” y llamó a “convencer” a todos los gobernantes sobre las ventajas que obtendrían sus países si recondujeran la implementación de sus programas hacia una misma dirección.
Es que las tres áreas temáticas poseen preocupaciones en común- expresó el delegado de la CLD- como la pobreza, la degradación de la tierra, la pérdida de biodiversidad, la escasez de agua, la seguridad alimentaria, la hambruna y las migraciones humanas forzosas, entre otras. Ante este contexto, el experto sostuvo que deberán generarse formas de provisión de bienes alternativas de modo que la gente no dependa tanto de los recursos naturales para vivir. Sólo así, “la gente dejará de degradar los suelos y el ecosistema”, aseguró.
Cambio Climático y posibilidades de financiación
En la ocasión, el portavoz de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra el Cambio Climático (UNFCC), problemática inseparable de la desertificación, fue el Director de Cambio Climático de a la SAyDS y punto focal nacional de la UNFCC, Nazareno Castillo, quien se explayó sobre el estado del arte de las negociaciones de la COP 15 relativas al uso de la tierra.
El funcionario explicó que el Protocolo de Kyoto hace mención al “uso del suelo, cambio de uso y forestación”, como prácticas vinculadas a la modificación del clima del planeta. En rigor, el documento reconoce al ecosistema terrestre como “fuente y sumidero” de gases de efecto invernadero (GEI), tras lo que surge la posibilidad de impulsar prácticas de mitigación y adaptación desde allí, aseveró Castillo.
Poniendo un alerta sobre la sequía y el deterioro de la tierra, el Director de Cambio Climático dijo que se prevé que “los efectos adversos del cambio climático se den en áreas áridas y semiáridas” al tiempo que subrayó que la agricultura puede jugar un rol central para revertir estos procesos. “La posibilidad de reducir emisiones de la deforestación y degradación de los bosques (REDD) es clave para la UNCCD”, expresó. Para ello, será imprescindible la creación de mecanismos de financiación directa a los estados más vulnerables tanto como la promoción de una agricultura sostenible, sugirió el especialista.
Finalmente, cerraron el panel, Joaquín Etorena, quien habló en nombre del Sr. Octavio Pérez Pardo, punto focal de la UNCCD y representante de América Latina y el Caribe en la Junta Ejecutiva del Fondo de Adaptación, sobre el “Fondo de Adaptación: oportunidades para tierras secas”; el Sr Mohamed Bakarr, del Departamento de Recursos Naturales del GEF (Fondo para el Medio Ambiente Mundial, por sus siglas en inglés), quien detalló “La estrategia del GEF 5 para la Esfera de Actividad degradación de Tierras y las opciones financieras para las tierras secas”; el Sr Erick Fernandes, del Departamento de Manejo de Tierras del BM, quien abordó el “Financiamiento del Banco Mundial para tierras secas: experiencias y visión a futuro” y Leandro Fernández y Joaquín Etorena, ambos miembros de la SAyDS, quienes introdujeron “El Grupo de Trabajo Sinérgico en Argentina”.
Durante la tarde de hoy, a partir de las 18 horas, se desarrollará el evento paralelo, “Manejo Sustentable de los Bosques Nativos: Una política en marcha frente a la desertificación” que contará con la participación de técnicos y especialistas de la cartera ambiental.
La Convención de las Naciones Unidad de Lucha Contra la Desertificación se realiza cada tres años. En esta oportunidad los refentes de los 193 países se reunen en Buenos Aires para debatir los escenarios futuros e instrumentar acciones que buscan modificar la realidad de millones de habitantes que viven en los desiertos y zonas afectadas por procesos de desertificación. La COP 9 arrancó el lunes y se extenderá hasta el 2 de octubre.
Fuente: Prensa - Secretaría de Ambiente de la Nación
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