El gobierno provincial les ofreció ayer a los trabajadores del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) un aumento de 350 pesos, que iba a ser analizado por los empleados del organismo en una asamblea. La suma la percibirían durante tres meses, y el pago podría ser prorrogado por otro lapso idéntico. No se aplicaría al básico, sería un monto fijo.
Esta es la carta que jugó la provincia en medio de la profundización de las medidas de fuerza, que ayer incluyeron la toma de una base de la empresa pública, en el tanque de abastecimiento del barrio Gregorio Álvarez de la capital.
Cerca de las 14 los trabajadores representados por ATE recibieron el ofrecimiento en una reunión para la que fueron convocados a la Casa de Gobierno. Venían pidiendo una variación cercana a los 800 pesos, lo que representa el mentado aumento del 30% reclamado por el sindicato opositor.
El encargado de difundir la información fue el delegado del sindicato, Carlos Trecamans, quien además dijo que habrá una mesa paritaria que entrará en funcionamiento en la segunda quincena de noviembre. Dijo que otro de los acuerdos alcanzados fue la incorporación de 20 empleados que reemplazarán a personal que ya se jubiló. Al cierre de esta edición los empleados, en asamblea, definían si aceptaban el ofrecimiento.
Por este conflicto la sede del organismo quedó paralizada durante los últimos 15 días. Ayer las manifestaciones se trasladaron a la Gobernación, durante la mañana, donde los trabajadores esperaron por la respuesta que finalmente les dieron.
Durante los últimos 15 días debió afrontar un nuevo reclamo: los docentes apuntan a que los 200 pesos que les dieron a principios de año, ahora sean transferidos al salario básico.