Cuatro pueblos de Cachí (Paraíso) y Tucurrique (Jiménez) se quedarían sin agua potable si se excava un nuevo túnel para ampliar la producción hidroeléctrica en la represa de Cachí.
La razón es que ese trabajo secaría temporalmente varios manantiales subterráneos que nutren de agua a tales comunidades.
Los poblados afectados serían Urasca, San Jerónimo, Guatusito, San Miguel y Tucurrique que, juntos, albergan una población de más de 5.000 personas.
Así lo dice un estudio de impacto ambiental que el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) presentó hace pocos días ante la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), que le dio el visto bueno.
El faltante de agua se produciría al canalizarse los manantiales al nuevo conducto para alimentar el embalse.
El ICE también presentó ese estudio ante el Concejo Municipal de Paraíso. El documento lo analizará el gestor ambiental de ese gobierno local, Julio Varela.
“Recomendé a los regidores que el ICE, antes de comenzar el proyecto, debe presentar un plan y comprometerse a cumplirlo, en cuanto a asegurar la continuidad del suministro, abastecimiento y distribución de ese recurso hídrico a dichas comunidades”, dijo Varela.
El ICE prevé comenzar la modernización y ampliación del embalse de Cachí en el 2011.
El proyecto tendría un costo de $110 millones, anunció recientemente el presidente ejecutivo de la entidad, Pedro Pablo Quirós.
Con el nuevo túnel, la producción de energía aumentará de 100 a l60 megavatios, al aprovecharse el exceso de agua del Río Reventazón, que actualmente se desecha.
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