Es necesario diseñar una política sudamericana y latinoamericana de manejo racional de recursos hídricos con proyección global para contrarrestar la desertificación y el cambio climático.
Ante la proximidad de la Cumbre del Cambio Climático de Copenhague que se realizará los primeros días de diciembre de este año, es necesario que Sudamérica y Latinoamérica en general presenten una única posición basada en los principios de los “Derechos de la Madre Tierra” propuestos por el presidente Morales con respaldo en el pensamiento del Jefe Seatle: “El hombre pertenece a la Tierra y no la Tierra al hombre”.
En primer lugar es necesario despejar equívocos conceptuales: el cambio climático debe ser observado en un horizonte de por lo menos 10.000 años. El Altiplano boliviano constituye un excelente laboratorio hidrogeológico para datar la existencia y desaparición de grandes lagos con sus efectos climáticos evidentes. El África constituye un laboratorio hidrogeológico y climático en el que la datación del inicio de la desertificación puede datarse en 10 a.d.p. (años antes del presente).
Este tipo de visión nos lleva a descubrir que en un tiempo futuro muy próximo América del Sur será arrasada por las dunas de arena de lo que fue la cuenca amazónica y muy posiblemente las soluciones propuestas sean tan torpes y carentes de sentido y ciencia como las que se propone para contrarrestar el avance del desierto africano. Inicialmente bosquejemos los posibles “Derechos de la Tierra” convenientes en este momento y luego hagamos un paralelo entre la desertificación del Altiplano Boliviano y la desertificación del Sahara. En ambos procesos la acción antropogénica es determinante.
Bosquejo de los derechos de la tierra:
- La Tierra, planeta cuna de la humanidad y de una multiplicidad inconmensurable de formas de vida, ha alcanzado a lo largo de millones de años, las condiciones y el equilibrio necesarios para que la humanidad pueda disponer y producir suficientes alimentos y elementos de comodidad para enriquecer su vida material y espiritual.
- La depredación de los ecosistemas continentales, marítimos y atmosféricos de La Tierra ha alcanzado un nivel crítico que es necesario revertir inmediatamente.
- Una adecuada comprensión del manejo de los recursos hídricos del Planeta, a partir del paradigma universal derivado del estudio de un macizo continental como es el Altiplano Perú-Boliviano puede llegar a ser el instrumento conceptual y operativo para revertir la peligrosa depredación planetaria.
- La Tierra es favorecida por la recepción de microlluvia por adherencia de las microgotas de agua de la atmósfera sobre el follaje natural.
- Por lo evidente, La Tierra requiere que la sabiduría ancestral de las culturas americanas sea el punto de partida para el planteamiento de una política universal de manejo de las reservas hídricas que se proyecte sobre los principales recursos naturales, tales como los edafológicos, los energéticos y los bióticos. La Tierra tiene derecho a que sus aguas y suelos sean manejados de tal manera que puedan producir con abundancia los alimentos que sus hijos necesitan.
- La Tierra se sentirá aliviada de la depredación hasta ahora sufrida si en Sudamérica y en África se inician simultáneamente los trabajos de restauración del Altiplano Perú-Boliviano con participación masiva de la población aymara-quechua y de las montañas Tibesti y del Lago Chad en África, con construcción masiva de terrazas, reforestación con especies nativas y con participación general de la población Tubu.
- La Tierra se complace en el intercambio constructivo de formas de vida vegetal entre las actualmente regiones pobres del planeta. Por ejemplo, la forrajera kauchi de prado salado del Altiplano debe ser introducida en África y Asia para impulsar la prosperidad de la ganadería.
- La Tierra se complace en la utilización constructiva, sabia y combinada de todos sus recursos naturales. Por ejemplo, la energía del gas natural del Perú debe utilizarse para la provisión de agua potable y de riego a las ciudades y regiones del Sur mediante desalación de agua marina para que de esta manera se consiga el alivio que las cuencas de los ríos afluentes del Lago Titicaca necesitan para recuperar su vitalidad y rendimiento originales.
- La Tierra se verá favorecida si frente a problemas como el “cambio climático” debido a la emisión de gases invernadero, no se dilapida inmensos recursos en un proceso de encandilamiento simplificador, que encierra a la humanidad en un callejón sin salida de parálisis mental y física, sin esperanzas y con procesos de depredación irrefrenables.
- La Tierra señala los métodos de manejo del agua y del suelo de las culturas ancestrales como modelos que deben ser reimplantados actualmente.
- La Tierra señala que su superficie sea escenario de actividades constructivas y fraternales de todos sus hijos, con la proscripción definitiva de las animadversiones y de todo tipo de guerras cruentas.
- La Tierra señala que sus hijos conozcan mucho más de su evolución, sus formas y sus estructuras en relación sobre todo con la comprensión y el manejo de las aguas y de los suelos.
- La Tierra señala la necesidad de comprender que los cambios climáticos de los últimos 3000 años en África y Asia y en los últimos 500 años en América, tienen componentes antropogénicos importantes y documentados. La comprensión conjunta de la evolución propia del Planeta y de la evolución de la humanidad es determinante para la elaboración de políticas de recursos hídricos y de recursos naturales en general. (Continuará).
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