El Gobierno ha diseñado a través de la Dirección Provincial de Vialidad un ambicioso plan de trabajos consistente en correderas fluviales y otras obras hidráulicas, incluso un anillo de defensas de localidades ribereñas, a fin de posibilitar que el río Pilcomayo permanezca depositando sus aguas en territorio formoseño.
Recursos estimados en más de 25 millones de pesos son los que se estarán desembolsando para costear todo lo proyectado, que implica un despliegue de máquinas y recursos humanos de magnitud durante varios meses.
Correderas fluviales
Respecto al proyecto de correderas fluviales, el mismo se plantea para la zona de divagación y taponamiento del río Pilcomayo en su ingreso a la provincia, concretamente en el sector situado aguas debajo de la localidad de El Potrillo, en el departamento Ramón Lista.
Se advierte que el desborde del río se da debido a que la sección de su cauce es incapaz de conducir en algunos sectores caudales superiores a los 300 metros cúbicos por segundo, y que el agua transporta una carga de sedimentos estimada en 90 millones de toneladas anuales en promedio, que se depositan en su cauce y en ambas márgenes.
Todo esto hace que exista una permanente sobre-elevación del lecho del río y de sus márgenes, causando desbordes y una divagación del cauce, además de destrucción de taludes, incluso se advierte que numerosos bañados, esteros y lagunas, así como cauces que existieron en una época, han desaparecido como consecuencia de la renovación y acumulación de sedimentos.
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