La cifra de muertos por las inundaciones en Filipinas a raíz de la tormenta tropical Ketsana llegó a 140 y se teme se eleve aún más ya que hay todavía hay decenas de personas desaparecidas. Mientras, las cuadrillas de socorristas continúan rescatando cadáveres de los ríos crecidos y miles de personas siguen sin recibir comida o servicios básicos.
La cifra fue confirmada por el Consejo Nacional de Coordinación de Desastres, pero tanto fuentes oficiales como de los servicios de rescate estiman el número en 212 personas.
El secretario de Defensa, Gilbert Teodoro, dijo que se espera que la cifra oficial de víctimas sigua aumentando e indicó que ahora los esfuerzos se centran en ayudar a los damnificados. Al mismo tiempo, intentó calmar a las desesperadas víctimas, que después de dos días no contaron con ningún tipo de ayuda.
Muchas personas se encuentran totalmente debilitadas tras pasar más de dos días sin comer y beber. "Comprendemos su indignación, pero sencillamente no es posible llegar a todos de inmediato", afirmó Teordoro.
Por ello, solicitó ayuda internacional. "El presidente me autorizó a pedir a la comunidad internacional asistencia en nombre del gobierno de Filipinas ", dijo. Varias agencias de Naciones Unidas, así como Estados Unidos, Japón y China ya han enviado ayuda de emergencia para las víctimas. La organización World Vision comenzó a lanzar raciones de comida desde helicópteros, informó un portavoz.
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