Un terremoto de 8,3 grados en la escala de Ritcher que sacudió ayer el archipiélago de las islas Samoa provocó un tsunami con devastadoras olas de 4,5 metros de altura, que mataron a decenas de personas y destruyeron poblados enteros.
El temblor se produjo al amanecer, en una zona equidistante de Samoa (Estado independiente) y Samoa Americana, dos archipiélagos separados por 125 kilómetros de mar.
En Apia, capital de Samoa, las familias salieron a toda velocidad de sus casas en medio de fuertes sacudidas que duraron casi tres minutos. Los medios de comunicación locales informaron que la gente buscó protección en áreas elevadas como prevención ante el tsunami, que no tardó en llegar y que, según algunas fuentes, podría haber dejado hasta 100 muertos .
"Fue muy rápido. Toda la aldea de Sau Sau Beach Fale fue arrasada", señaló desde una colina de Apia el neozelandés Graeme Ansell. "No queda un edificio en pie. Todos nos subimos a las colinas. Una persona de nuestro grupo tiene una pierna fracturada. Aquí hay mucha gente que necesitará ayuda urgente´´, agregó.
El servicio geológico norteamericano, que vigila la actividad sísmica mundial, indicó que el epicentro del movimiento telúrico se ubicó 35 kilómetros debajo del suelo marino, a 190 kilómetros de Samoa Americana y 200 kilómetros al sur de Samoa, con una réplica de 5,6 grados que ocurrió 20 minutos después. Hubo hasta 13 réplicas en total.
El Centro de Advertencia de Tsunamis del Pacífico, ubicado en Honolulu, emitió una advertencia de tsunami para otras áreas del océano, incluyendo Nueva Zelanda, Hawai y las islas Marshall. Anoche, Japón también recibió el alerta de tsunami.
"Fue un terremoto que causó una ola de 4,5 metros de altura. Algunas de las áreas sólo estaban a unos metros por encima del nivel del mar, así que pueden imaginarse la devastación", dijo Eni Faleomavaega, representante de Samoa Americana en el Congreso norteamericano.
"Causó graves daños a viviendas, hay vehículos flotando por todos lados", añadió, antes de informar que miles de personas tuvieron que abandonar sus casas.
Una vecina de la aldea de Potasi, situada al este de Upolu, una de las principales islas de Samoa, dijo haber visto los cadáveres de tres chicos que murieron al ser aplastados por escombros de una casa, y señaló que la mayor parte de la población estaba durmiendo cuando ocurrió el sismo.
Arboles y casas
"Murieron muchas personas, también niños, la gente se estaba levantando de la cama cuando ocurrió", contó. "Fue muy fuerte; fue largo, duró por lo menos dos minutos", dijo un residente a la radio local, a quien lo despertó el sismo. "Fue el más fuerte que sentí hasta ahora. Se podía ver cómo los árboles y las casas temblaban", agregó.
Otro residente dijo que la costa sur de Upolu había sido devastada por el tsunami. "La policía está trasladando a todo el mundo a zonas altas´´, indicó. La prensa local dijo que hubo informes de algunos deslizamientos de tierra en Upolu y daños en plantaciones en las afueras de Apia.
En la Samoa Americana se estima que los mayores daños se produjeron en las zonas costeras del Este y el Sur, donde están ubicadas unas 70 aldeas pequeñas en las que residen en promedio 500 personas en cada una.
Dos residentes argentinos, a salvo
Luego de que se conoció la noticia sobre el tsunami que arrasó algunos pueblos costeros de Samoa y de Samoa Americana, el secretario de la sección económica y comercial de la embajada argentina en Nueva Zelanda, Pedro Marotta, informó ayer que los dos argentinos que viven en Samoa se encuentran en perfecto estado de salud.
"Raúl Lencina, de Necochea, casado con una samoana, se encuentra en buen estado", dijo Marotta en comunicación telefónica con LA NACION desde la sede diplomática en Wellington.
Además, el funcionario confirmó que la otra residente argentina en Samoa, Flavia María Padilla, casada con un peruano, no se encontraba ayer en el archipiélago cuando ocurrió la catástrofe.
En tanto, respecto de la situación en Nueva Zelanda, donde también hubo ayer durante unas horas una alerta de tsunami, que se levantó anoche, Marotta indicó que "la situación se vivió con tranquilidad, porque habitualmente hay advertencias de tsunami, de terremotos y de erupciones volcánicas".
Según el diplomático, en Nueva Zelanda viven unos 4000 argentinos.
Muy lejos de la catástrofe de 2004 en Sumatra
Ese año murieron unas 230.000 personas
Inmediatamente después del alerta de tsunami, los expertos recomendaron a los pobladores de las islas cercanas al epicentro del terremoto huir rápidamente a los terrenos más elevados o permanecer alejados de la costa, a pesar de que no se esperaba que el oleaje fuera tan fuerte como en el tsunami de 2004.
El 26 de diciembre de 2004, un tsunami provocado por un fuerte sismo frente a la isla de Sumatra dejó unos 230.000 muertos. La ola se extendió por miles de kilómetros en el océano Indico y destruyó zonas costeras en Indonesia, Sri Lanka, la India, Tailandia y las islas Maldivas. El archipiélago de Samoa, golpeado ayer, no es tan poblado como la región asiática que debió hacer frente a la tragedia en ese entonces.
El sector oriental de las islas volcánicas de Samoa es un territorio norteamericano y el occidental conforma un Estado independiente.
En la Samoa Americana viven 65.628 personas. Tiene aproximadamente el tamaño de la ciudad de Washington y está ubicada a medio camino entre Hawai y Nueva Zelanda. El grupo de islas ocupadas por Estados Unidos incluye Pago Pago, uno de los mejores puertos de aguas profundas del Pacífico Sur.
Estados Unidos y Alemania dividieron el archipiélago en 1899, cuando Alemania se quedó con las islas occidentales, que ahora conforman un Estado independiente. Samoa tiene 219.998 habitantes y una superficie de 2831 kilómetros cuadrados. Sus dos islas principales son Savai´i y Upolu.
Nueva Zelanda ocupó el protectorado alemán de Samoa Occidental durante la Primera Guerra Mundial y administró las islas hasta 1962. Estas se convirtieron en la primera nación polinésica en restablecer la independencia en el siglo XX. El país eliminó el "Occidental" en 1997.
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