Tras varios días de fuertes lluvias en el estado de Rio de Janeiro, que dejaron por lo menos 52 muertos desde el miércoles, un deslizamiento de tierra de grandes proporciones alcanzó una posada de lujo y varias casas en Ilha Grande y mató a 19 personas, mientras que 21 continuaban desaparecidas anoche.
"En la Playa de Bananal, en Ilha Grande, 16 cuerpos fueron retirados de la tierra y 3 encontrados en el mar", que serían de turistas y de locales, según el último comunicado del gobierno del estado de Río de Janeiro.
"El panorama es desolador [...]. Hay una montaña de piedras y árboles sobre varias casas", describió el vicegobernador del estado de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, que viajó para acompañar las tareas de rescate.
Según Pezão, parte de las instalaciones de la posada quedaron destruidas, al igual que varias casas cercanas que habían sido alquiladas por turistas para celebrar el Año Nuevo. Las paradisíacas playas de Angra dos Reis y de Ilha Grande, una reserva verde en la que se practica el ecoturismo, son dos destinos muy visitados por turistas extranjeros y locales.
Las autoridades aún no tienen información precisa de cuántas personas continúan sepultadas debajo del barro y los escombros. Se cree que en la posada de lujo Sankay había unas 40 personas en el momento del alud, según la Defensa Civil de Angra dos Reis.
El jefe de los bomberos de la isla, Jadyr Sabbas, dijo al diario Folha de S. Paulo que muchos de los huéspedes de la posada sobrevivieron y que la mayoría de los muertos serían habitantes locales, aunque no había anoche ninguna cifra precisa.
Las fuertes lluvias vienen azotando al estado de Rio de Janeiro desde el miércoles pasado y ya provocaron varios deslizamientos de tierra y desmoronamientos de casa precarias. A causa de las lluvias, la ciudad de Rio está en estado de alerta por la posibilidad de nuevos aludes.
El presidente Luiz Inacio Lula da Silva, que se manifestó "sensibilizado" por la tragedia de Ilha Grande, se comunicó de forma inmediata con el vicegobernador Pezão, a quien le informó sobre las medidas de ayuda del gobierno federal.
Desde Salvador de Bahía, donde se encontraba pasando las fiestas de fin de año, el mandatario también se puso en contacto con el ministro de Integración Nacional, Geddel Viera Lima, para ordenarle que se incorporara a las tareas de rescate junto con las autoridades de Río de Janeiro.
Las fuertes lluvias fueron provocadas por un frente de tormenta en el estado de Rio de Janeiro entre la noche del 30 y la mañana del 31 de diciembre, que luego se desplazó al mar.
En total fue confirmada la muerte de 52 personas en los últimos tres días, incluyendo a las 19 que perdieron la vida por el alud en Ilha Grande. En la ciudad de Rio murieron 11, en Angra do Reis -ciudad continental frente a Ilha Grande- 7, y el resto de las víctimas son de los municipios de Niterói, Belford Roxo, São João de Meriti y Duque de Caxias.
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