Las intensas lluvias continuaron en Brasil y provocaron al menos 52 muertos en el Estado de Rio de Janeiro desde el miércoles, informó la Defensa Civil, incluyendo 19 muertos este viernes en un deslizamiento de tierra que arrasó con una posada de lujo y varias casas en Ilha Grande.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva decidió movilizar al Gobierno para ayudar en los corrimientos de tierras y aseguró que destinará los recursos que sean necesarios para "el socorro inmediato y el restablecimiento de la normalidad". También resolvió que la Marina se movilice en los rescates.
La ladera de uno de los cerros de Ilha Grande se desprendió por completo durante la madrugada, arrastrando árboles y enterrando parte de la posada de lujo Sankay -donde se supone había unas 40 personas- y tres casas alquiladas por turistas para las celebraciones de Año Nuevo.
Los últimos datos oficiales indican que al menos 19 personas -entre turistas y locales- fallecieron en el incidente, que podría dejar hasta 40 víctimas, según estimaciones del cuerpo de Bomberos. En tanto el vicegobernador del Estado de Rio de Janeiro, Luiz Fernando Pezão aseguró que se trata de "un escenario desolador” donde se ve “una montaña de piedras y árboles sobre varias casas".
"Como las casas y la posada están debajo de toneladas de lodo, el rescate es más difícil, porque no es posible usar equipamiento pesado para no correr el riesgo de que ceda el terreno", señala el comunicado oficial, que precisa que los rescatistas, mediante trabajo manual, buscan más víctimas.
En la playa de Bananal de Ilha Grande, a la que sólo se puede acceder por mar, trabajan más de 100 efectivos del cuerpo de Bomberos y de la Defensa Civil. Sin embargo, "las chances de rescatar (más personas) con vida son muy pequeñas", agregaron desde el cuerpo de bomberos.
Además, en el centro de la ciudad de Angra dos Reis (unos 150 km al suroeste de Rio de Janeiro) otro deslizamiento enterró varias casas, dejando al menos 11 muertos. La municipalidad ya decretó el estado de calamidad y luto oficial por tres días.
Según las cifras oficiales, las fuertes lluvias desde el miércoles vienen dejando -en distintos incidentes- un total de 52 muertos confirmados. La ciudad de Rio de Janeiro está en estado de alerta ante la posibilidad de nuevos deslizamientos de tierra.
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