"Toda la Provincia está canalizada y la naturaleza no reconoce si son ilegales u oficiales", sostuvo el director provincial de Programas Estratégicos del Ministerio de Aguas, Miguel Fertonani.
Agregó que el caso de San Antonio de Areco debe poner en discusión el modelo de expansión de las fronteras agropecuarias para la siembra y aseguró que varias zonas podrían inundarse porque "el agua que se saca de un lado se acumula en otra parte".
En Santa Fe, como en Buenos Aires, podría haber canales clandestinos para sacar agua de zonas sembradas que podrían poner en riesgo de inundación a varias regiones santafesinas. La luz de alarma se encendió con lo ocurrido hace unos días en la zona de San Antonio de Areco.
"Toda la Provincia está canalizada y la naturaleza no reconoce canales clandestinos de oficiales", reconoció el director provincial de Programas Estratégicos del Ministerio de Aguas de Santa Fe, Miguel Fertonani. Aunque las autoridades provinciales no arriesgaron cifras exactas se estima que en la Provincia hay al menos 150 localidades que corren peligro de inundación. "No se puede generalizar, porque la Provincia es muy variada pero lo que se puede afirmar es que hay zonas que aún no cuentan con los sistemas de infraestructura para evacuación", expresó Marisa Mottura, directora de Protección Urbana contra Inundaciones.
La situación que se vivió en San Antonio de Areco (donde se denunció que los canales clandestinos fueron la causa del desborde del río) pone en discusión el modelo de producción agrícola. "El daño ecológico es terrible. El modelo de producción agropecuaria se tiene que empezar a discutir independientemente de la pelea entre el Gobierno nacional y el sector rural", agregó Fertonani.
En tanto, explicó que los canales se usan para sacar agua que molesta para la producción agrícola pero "el agua cae y se acumula en otro lugar". Es por eso que -según aseguró el funcionario- "varias poblaciones de la Provincia podrían estar en riesgo de inundación".
"Los problemas hidrológicos son inventos humanos. La provincia de Santa Fe está toda canalizada. Los canales oficiales avalan e incentivan un modelo de producción que empezó hace 30 años y ahora se defiende a muerte por ambición o por ignorancia", manifestó el funcionario en diálogo con Rosario3.com.
Para Fertonani se combinan tres factores en el problema. Por un lado "la apropiación del espacio natural para la expansión de la frontera agrícola". También debe considerarse el desmonte en muchas zonas para la siembra de cultivos. "Un bosque nativo absorbe más agua que un área sembrada". Y en tercer lugar "los canales que sacan el agua más rápido hacia abajo y acumulan esas cantidades de agua en otro lugar".
"En la Provincia estamos tratando de recuperar los humedales para adaptar la naturaleza a los sistemas productivos y no viceversa", agregó el Director provincial y aclaró que eso no significa dejar de producir, sino cuidar el ecosistema.
Aunque las autoridades provinciales no arriesgan números, todo indica que son alrededor de 150 localidades del territorio santafesino, las que corren el riesgo de inundarse. En contacto con Rosario3.com, Marisa Mottura, directora de Protección Urbana contra Inundaciones, no dio cifras exactas pero ratificó que "hay muchas localidades a las que les falta mejorar los sistemas de infraestructura para evacuación".
En este sentido, Mottura manifestó que "hay localidades con más y con menos riesgos". "Son muchas las que necesitan obras, pero no se puede generalizar porque cada una tiene características diferentes y la realidad de la Provincia es muy variada", explicó y añadió: "Entre las zonas de alto riesgo se encuentran Cañada de Gómez, Rufino, Santo Tomé pero en todas se está trabajando y tienen las obras encaradas aunque no están terminadas. Lo mismo pasa en Rosario donde la obra del canal de Ibarlucea está en ejecución", concluyó.
Las lluvias de El Niño seguirán hasta abril
Las crecidas e inundaciones que por causa del fenómeno de El Niño está viviendo el norte bonaerense, con epicentro en San Antonio de Areco, podrían repetirse en los próximos meses en muchas zonas si se cumple la estimación de los especialistas en clima; será un verano con muchas lluvias, y muy fuertes.
"Vamos a tener precipitaciones muy abundantes hasta marzo o abril, lo que puede derivar en nuevas inundaciones, particularmente en el Litoral, Santa Fe y el norte bonaerense", dijo Juan Alberto Fortelai, experto en clima del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicet).
Los especialistas creen que El Niño (causado por el calentamiento del Pacífico ecuatorial) podría derivar en nuevas complicaciones para el interior y para la producción agraria, en especial, la soja y el maíz.
"En enero vamos a tener una pausa en las lluvias, pero en febrero y marzo el agua vendrá con todo. Con las cuencas ya saturadas, probablemente haya nuevos episodios de anegamientos", explicó el climatólogo de la Facultad de Agronomía de la UBA, Eduardo Sierra.
De acuerdo con Fortelai, el exceso de agua es causado por dos factores:
el fenómeno El Niño y la combinación de una anomalía cálida en las costas del Atlántico y una anomalía fría en los mares del sur. Estos dos factores combinados generan una superabundancia de precipitaciones.
La llegada del Niño no sólo traerá lluvias en los próximos meses. "Si bien la sequía y las heladas que predominaron de 2007 a 2009 dejaron de ser la principal amenaza, hoy el peligro es una mayor incidencia de granizo, vientos e inundaciones. Por otro lado, el panorama sanitario se complica, porque la humedad favorece el desarrollo de enfermedades", explicó Sierra.
La gran incógnita es qué pasará en el otoño. Para César Rebella, director del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, puede haber más lluvias entre marzo y mayo, sobre todo, en la región mesopotámica.
Para Sierra, hay altas probabilidades de heladas tempranas. Los expertos señalaron que cualquiera de las dos posibilidades puede ser muy perjudicial para la agricultura.
Respecto de cómo afectará el exceso de humedad al campo, las opiniones están divididas. Si bien los expertos destacaron que el escenario de exceso de lluvias es mejor que el de la sequía de las campañas anteriores, no hay consenso sobre si las lluvias abundantes terminarán perjudicando o no la campaña en curso.
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