La UTE integrada por empresarios afines a Kirchner fue seleccionada como la primera en la preadjudicación para construir la represa hidroeléctrica Chihuido I, que costará unos $6 mil millones: sólo falta el mejoramiento de las ofertas. Las internas políticas detrás de la megaobra.
La preadjudicación de la construcción de la represa hidroeléctrica Chihuido I en Neuquén, acerca todavía más a un contrato millonario entre la gestión pública y la UTE conformada por Electroingeniería SA, Constructora OAS Lto; CPC SA; Hidrocuyo SA y Robella Carranza. Dicha unión de empresas ha sido seleccionada como la primera habilitada para “mejorar la propuesta” contemplada en la licitación, de una obra que cuesta en total, unos 6 mil millones de pesos.
“Se hizo un proceso de selección y se dio una merituación a través de seis índices, entre los que se evalúa primero el monto de la obra, el porcentaje de financiamiento propio –es una obra privada, y no publica-, la tarifa con que se presentaron a la licitación, el costo de operación y mantenimiento, la integración de la financiación propia (si se realiza conjuntamente con el Estado Nacional, o al final de la obra)”, explicó Elías Sapag –hermano del gobernador Jorge Sapag-, coordinador del proyecto para la construcción de Chihuido I y presidente de la empresa Emprendimientos Hidroeléctricos Sociedad del Estado Provincial, compañía creada a los efectos de administrar el plan.
La selección previa –que derivó en la preadjudicación de la obra, que se adjudicaría recién en mayo próximo- ubica en primer lugar a la UTE detallada, donde sobresalen la cordobesa Electroingeniería y la constructora CPC de Cristóbal López, dos empresas que tienen llegada directa a la Casa Rosada. La publicación “lapoliticaonline,com” señaló que fuentes periodísticas de Neuquén aseguran que “desde un principio se comentaba que Electroingeniería ganaría la licitación”.
Detrás de la unión transitoria que encabeza el orden de preferencia, está en segundo lugar Benito Roggio e Hijos SA- Corsan Corviam SA; Esuco SA; Supercemento SA y Sociedad Argentina de Energía SA. En tercer lugar, se ubica Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA, y en cuarto y último lugar, José Cartellone Construcciones Civiles y Constructora Norberto Odebrecht.
La represa
El aprovechamiento hidroeléctrico multipropósito Chihuido I consiste en la construcción de una represa sobre el río Neuquén a 5 kilómetros de su confluencia con el río Agrio y a unos 90 kilómetros al norte de Zapala, en el centro de la provincia, publica la Subsecretaría de Información Pública de Neuquén.
Su objetivo es regular las crecidas máximas probables del río Neuquén, que de 311 metros cúbicos por segundo llegó a topes históricos de 10.300 metros cúbicos por segundo en 2006. De esta manera, se asegurarán las poblaciones aguas abajo, que suman unos 500 mil habitantes e incluyen, entre otras, la capital neuquina y las ciudades rionegrinas de Cipolletti y General Roca.
La represa tendrá una cota de 625 metros sobre el nivel del mar y contará con cuatro turbinas con una potencia instalada de 637 megavatios, equivalente a la mitad de la represa de El Chocón. Se conectará al sistema nacional a través de una línea de alta tensión de 130 kilómetros que también deberá construirse entre la represa y Aguada del Cajón.
Formará un lago de 18 mil hectáreas -equivalente a la tercera parte de la superficie del Nahuel Huapi- que permitirá abastecer de agua para consumo humano y riego a una vasta zona del centro de la provincia.
La política
El propio Elías Sapag reconoció que, en el proyecto, tanto el oficialismo nacional como los legisladores de Neuquén se expidieron en consonancia. Si bien el gobernador Sapag mantiene un vínculo inestable con el kirchnerismo, Chihuido I los encuentra unidos, con un Congreso que le es hostil al Frente para la Victoria: desfavorecidos en la Cámara de Diputados y de cara a un Senado sin diferencias notorias, indicó LPO.
Por estas fechas –“inusuales” para una megaobra como esta, según reconoce la propia gente de Chihuido- parece haberse destrabado la puja entre Nación y Neuquén para avanzar con la construcción de la represa hidroeléctrica. El contexto fue propicio para que Sapag se sentara a negociar con los Kirchner: la obra se hace, pero se avanza sólo con el aval de Nación, que además, facilita el ingreso a un grupo de oferentes de su simpatía.
De paso, es lógico pensar que el Movimiento Popular Neuquino -al que pertenece Jorge Sapag, y que cuenta con tres diputados y un senador a nivel nacional-, en devolución de gentilezas, se acercará un poco más al oficialismo, o al menos, a sus proyectos, sirviendo de aliado –estratégico, circunstancial, módico- en la lenta peregrinación a las candidaturas de 2011. |
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