Al menos 65 personas murieron en el estado de Río de Janeiro por los deslizamientos de tierra causados por las lluvias en las primeras horas de 2010, con epicentro en el municipio de Angra dos Reis, donde hasta ahora se registraron 44 víctimas.
Tal como advirtieron el sábado las autoridades locales, la cifra de muertos sigue aumentando a medida que los equipos de rescate de Defensa Civil y Bomberos localizan más cuerpos bajo los escombros, el lodo y las piedras en Angra dos Reis, uno de los mayores polos turísticos del estado, a 151 kilómetros de Río, reportó la agencia de noticias Ansa.
En la isla más conocida de Angra, Ilha Grande, personal de bomberos, la Marina y Defensa Civil con ayuda de perros rastreadores, hallaron esta tarde los cuerpos de otras dos víctimas. El prefecto de Angra dos Reis, Tucas Jordao, alertó que persisten "15 áreas de riesgo" (de nuevos deslizamientos y o derrumbes de viviendas) y pidió a turistas y habitantes "abandonar" esas zonas.
Uno de los cuerpos recuperados este domingo fue retirado de los escombros en Praia do Bananal, Ihla Grande y el otro, de un niño, en el Morro Carioca, centro de la ciudad histórica de Angra dos Reis.
Hasta la tarde del domingo, las muertes confirmadas en el municipio se elevaron a 44 y son 65 en todo el Estado de Río de Janeiro, que soporta fuertes lluvias y temporales desde el miércoles 30.
En Angra dos Reis, donde en el momento de la catástrofe estaba el hijo mayor del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, junto a un grupo de amigos, los deslaves ocurrieron en las primeras horas del viernes 1 de enero.
Según relatos de pobladores, alrededor de las 3 de la madrugada "se escuchó un fuerte estruendo, y a partir de entonces, gritos y estruendos menores junto a ruidos de piedras cayendo". Varios habitantes revivieron otra tragedia similar, cuando también un primero de enero, pero de 2002, luego de un temporal de diez horas, deslizamientos de tierra dejaron un saldo de 35 muertos, más de 150 heridos y 1.200 habitantes perdieron sus casas.
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