Las intensas lluvias que cayeron desde la madrugada hasta cerca del mediodía de ayer en San Antonio de Areco hicieron crecer unos 80 centímetros el río, que experimentó desbordes leves en las zonas bajas, y causó la preocupación de los vecinos, e incluso algunos decidieron dejar sus casas por precaución.
"En nuestra ciudad, la situación es delicada y estamos en alerta, ya que llovió en forma torrencial desde las 4 de la madrugada. El río se ha vuelto a encajonar y se está recargando de agua que viene de otras regiones de la provincia", dijo María Estela Lennon, intendenta de San Antonio de Areco.
Además, el juez federal Rodolfo Canicoba Corral habilitó la feria judicial en los tribunales porteños para dar curso a la denuncia presentada por el gobierno nacional, por la supuesta construcción de canales clandestinos, que habrían contribuido a las últimas inundaciones en Buenos Aires.
Fuentes tribunalicias indicaron que el magistrado fijó para pasado mañana una audiencia para que los funcionarios de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, dependiente del Ministerio de Planificación Federal, ratificaran la denuncia presentada el 29 de diciembre último.
Además, el gobierno bonaerense comenzará hoy a enviar intimidaciones a productores rurales para que anulen los canales que pudieran haber construido.
Once días después de registrarse la inundación, las casi 3000 personas afectadas por el desborde continuaban ayer con las tareas de limpieza en sus domicilios para intentar recuperar su vida normal, aunque las fuertes precipitaciones dificultaron estas acciones. Incluso, tramos de la ruta 8 volvieron a cubrirse de agua.
"Fue un susto, porque llovió fuerte durante cuatro o cinco horas. Cayeron 64 milímetros en poco tiempo. El río incrementó su caudal y el agua desbordada llegó a las puertas de las casas ribereñas. No fue dramática la situación, pero estamos preparados para otra evacuación. Creemos que no se repetirá la grave situación de hace once días", dijo a LA NACION el coordinador provincial de Emergencias, Fernando De Ferraris.
Por otra parte, la crecida del río Paraná obligó a las autoridades de Reconquista, de Santa Fe, de Rosario y de Villa Constitución a comenzar a aplicar medidas directas de prevención, al superar ese cauce la etapa de alerta del plan de inundaciones.
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