Tras dos sesiones especiales de debate, el Concejo de esta ciudad fijó una serie de pautas referidas a la iniciativa que el ejecutivo había presentado para la concesión de la planta potabilizadora de agua a una empresa privada. Ese reservorio genera 80 mil litros diarios de agua potable, los cuales se destinan a familias de escasos recursos. Pero esa producción implica, además, un costo en dinero para las arcas municipales.
En dos sesiones extraordinarias, tras el cierre del año legislativo, los ediles abordaron un tema que genera opiniones encontradas. Es que analizaron un proyecto presentado por el ejecutivo municipal para ceder a una empresa privada la explotación de la planta potabilizadora recientemente estrenada por el gobierno local. Esa estructura fue montada con dos plantas de ósmosis inversa --una reparada y otra cedida por un empresario-- y se abastece de un gran reservorio perteneciente al municipio. Todo está emplazado en un predio público ubicado sobre la avenida de Los Agricultores de esta ciudad.
“El Concejo analizó la cuestión y estableció sus propias pautas, las que a nuestro criterio son las razonables para la operatoria”, explicó Daniel Echeverría, presidente del cuerpo deliberante y quien redactó el documento final con los lineamientos establecidos por ese órgano.
Al respecto, dijo que el municipio puede suscribir un contrato con una empresa privada, siempre que el agua sea gratuita y destinada a sectores de menores recursos de la comunidad. Echeverría remarcó que esos lineamientos, consensuados por el Concejo, debieran ser respetados por el ejecutivo municipal. La primera norma de esa suerte de “batería” establece que el municipio, bajo ningún concepto, debe vender el agua potable producida. “El agua debe ser gratis y con fines sociales”, enfatizó.
Luego de dejar clara la postura del cuerpo deliberante charatense, Echeverría sostuvo que el intendente Miguel Tejedor debe respetar el régimen de contrataciones, de manera de darles a varias empresas locales la posibilidad de participar en un concurso de precios o en una licitación.
De esta manera, el Concejo le bajó el pulgar a la iniciativa del ejecutivo de ceder la explotación de la planta a la empresa La Casa del Agua. En este punto, Echeverría dijo que el proyecto oficial contenía algunas cláusulas “direccionadas” que hacían suponer que esa firma se haría cargo de la venta de agua fraccionada en bidones. “Se podía interpretar que la Municipalidad quería lucrar con la venta del agua, porque la empresa vendería agua proveniente de recursos hídricos públicos”, indicó. Por ese motivo, fue descartado todo el pliego de reglas para la contratación de esa firma, perteneciente al ingeniero Jorge Parada López.
Otra de las pautas emitidas por el cuerpo municipal establece que, cumplidos los pasos legales para la contratación de alguna empresa privada y firmado el contrato, este documento deberá ser remitido por el ejecutivo al Concejo para su aprobación. Echeverría consideró asimismo que, si el intendente optara por firmar el contrato con la empresa elegida de forma unilateral, estaría ingresando “en el terreno de la ilegalidad”.
Explicó además que, al margen de cualquier contrato, la primera autorización para la utilización y explotación del recurso natural deberá llegar de la Administración Provincial del Agua. “Hay que respetar el Código de Agua y hay que pedir el permiso al órgano de aplicación, para que autorice a disponer del recurso hídrico”, reveló finalmente el edil.
Abaratar costos
Tejedor dejó claro que la iniciativa presentada al Concejo municipal para su estudio busca reducir los costos de producción de los 80 mil litros que genera la planta potabilizadora por día. “La empresa planteó la idea de hacer algo con el agua y buscar la forma de abaratar costos”, explicó el jefe comunal.
Así, recordó que López, propietario de la empresa La Casa de Agua --la posible concesionaria-- estuvo trabajando de forma gratuita para el municipio en la instalación de las dos plantas de ósmosis inversa.
Precisó que el empresario ofreció realizar una inversión de 100 mil pesos para envasar el agua producida en la planta potabilizadora municipal y ofrecer cada bidón de 20 litros a 2 pesos con 50 centavos. Ese valor competirá con empresas locales y de otros lugares que comercializan el producto en la ciudad desde hace varios años y con valores sensiblemente más elevados.
“No vamos a insistir más si no hay consenso. Lo haremos por nuestra parte y contrataremos a personas que nos ayuden con el tratamiento del agua”, había adelantado el intendente días antes de conocerse la decisión del Concejo. Así, dejó claro que el objetivo del proyecto es ofrecer agua potable a precios accesibles para toda la comunidad. “Veremos cómo seguimos operando la planta. No podemos estar permanentemente solucionando el problema de gente que pudiera pagar el agua”, trazó Tejedor.
|
|
|