Autoridades australianas declararon el estado de Nueva Gales del Sur zona de desastre natural, luego de las serias inundaciones provocadas por las intensas lluvias de los últimos días.
La jefa de gobierno del estado, Kristina Keneally, visitó hoy el área y anunció la puesta en marcha de ayudas para que los habitantes más afectados puedan recibir fondos.
Se estima que las pérdidas materiales asciendan a varios millones de dólares debido a que las precipitaciones dejaron cientos de granjas aisladas.
La crecida del río Castlereagh, en más de cinco metros, provocó la evacuación de mil 200 residentes de la localidad de Coonamble y su alrededores.
En contraste, en el oeste de la isla continente, los incendios, que arrasaron ya 30 hogares en la localidad de Perth, se han extendido dada la extrema sequía que azota a la zona.
Ese panorama desalentador, según los expertos, se mantendrá a lo largo del año.
Los meteorólogos advirtieron que el 2010 será el año más caluroso de la historia del país y, siguiendo la tendencia de los últimos años, Australia sufrirá en la próxima década ciclones, inundaciones, sequías e incendios.