Durante meses, los vecinos del barrio San Ignacio, en Esteban Echeverría, denunciaron que el agua de los pozos se encuentra contaminada con cromo, un elemento cancerígeno que irrita la piel y puede producir un daño permanente en los ojos. Es por eso que el Juzgado Federal de Quilmes intimó a la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), AySa y la Municipalidad de Esteban Echeverría a proveer de agua potable a los barrios afectados, medida que ya se está cumpliendo con tres camiones cisterna en el lugar.
“Pusieron tres tanques cisterna, uno de los cuales es del Municipio y los otros dos alquilados, que nos suministran agua potable todos los días. Por el momento, es una solución porque el líquido de los pozos está contaminado y no se puede utilizar”, señaló Miguel Estarasi, residente de la zona, en diálogo con Info Región. Y agregó: “La colocación de los tanques generó mucho alivio entre los vecinos”.
Los surtidores son colocados en diversos puntos del barrio, de acuerdo a los días. Mientras tanto, los domingos se coloca un refuerzo del servicio, que está emplazado en el cruce de la calle Edison con el Arroyo Ortega, una de las zonas más golpeadas por la contaminación de los pozos.
Además, los miembros de la agrupación local “Vecinos solidarios” aseguraron a este medio que “a mediados de mes comenzarán los trabajos para instalar la red de agua”, uno de los pedidos recurrentes que realizaban los residentes.
“Ya se conformaron las cooperativas que trabajarán en la instalación de las redes, los trabajadores realizaron los cursos de capacitación y las obras empezarán a mediados de este mes. Los vecinos estamos pidiendo estos trabajos desde hace mucho tiempo porque consideramos que es la solución para que la gente deje de enfermarse por la contaminación”, aseveró Estarasi, ante la consulta de este medio.
La obra estará financiada por PROMEBA, que es el Programa de Mejoramiento de Barrios del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.
Además, el Municipio y la Provincia firmaron un acuerdo referente a la inclusión del barrio San Ignacio en el PROMEBA II, que tiene como objetivo consolidar a la población beneficiaria en el lugar que habita, brindando acceso a la propiedad de la tierra, contribuyendo en la provisión de obras de infraestructura urbana, equipamiento comunitario y saneamiento ambiental, y promoviendo el fortalecimiento de su capital humano y social.
“Estamos muy contentos porque sentimos que por fin viviremos en un barrio digno, en el que podremos beber agua sin enfermarnos, transitar por calles de asfalto y con arterias iluminadas”, concluyó el vecino.
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