El gerente del Servicio Neuquén del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS), Ricardo Pacheco, reconoció que la falta de agua potable en varios puntos de la ciudad se debe en buena medida al estancamiento en la producción de agua a pesar del crecimiento habitacional. Desde el organismo se advirtió que "estamos realizando obras para mejorar el servicio".
Tras los problemas registrados desde fin de año a raíz de la rotura de un acueducto, Pacheco reconoció que "tenemos un equilibrio muy sensible entre nuestra capacidad de producción y la demanda porque no se amplió esta capacidad y si tenemos más usuarios y tomas".
El funcionario quitó peso a los reclamos de vecinos de la zona oeste que aseguran llevar hasta una semana sin servicio, y destacó que "hay casos graves que son puntuales y muchos tienen que ver con que es gente que no tiene el tanque reglamentario de reserva".
No obstante, el funcionario reconoció que "en Cumelén tenemos un problema importante de muy baja presión que data desde hace tiempo y que esperamos en pocos días estar solucionando con un estudio técnico que realizamos".
Pacheco apeló a la comunidad a cuidar el consumo de agua y a la vez que pidió disculpas por los problemas generados, aseguró que "en la ciudad no es que no haya agua, tenemos una menor cantidad de agua per cápita por este tema de que tenemos la misma producción diaria que el año pasado pero es suficiente, el problema surge por roturas como la del sistema Anaya Bejarano que representa el 20% del agua de toda la ciudad, por cortes de energía eléctrica o por consumos excesivos".
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