Pese a las recientes lluvias registradas en toda la región, la implacable sequía que castigó a gran parte del país ya pasó factura en el parque nacional Copo, donde se notó una notable caída de los avistamientos de corzuelas y se registró la muerte de miles de aves de distintas especies.
Ése es el dato más relevante del último monitoreo de base de biodiversidad realizado en la zona, a cargo del guardaparques Álvaro Alsogaray, quien lo toma como “marco de referencia para tener una idea del estado de situación en que se encuentran las especies típicas del norte santiagueño”.
“Hubo fuertes sequías en la zona lo que produjo una gran mortandad de animales tanto mamíferos como avifauna producido por el cambio climático, lo que produce desastres ecológicos. Se observó gran cantidad de pájaros muertos de distintas especies y en lo que hace a mamíferos, lo que se observó es la desaparición de muchos ejemplares de corzuela o guazuncho, ayudada por la sequía y por la gente con hábitos de caza”, dijo a EL LIBERAL.
“Incluso –prosiguió- manejamos información de que algunas personas llegaron a acopiar hasta diez guazunchos, aprovechándose de que por la sequía los animales estaban desprotegidos, con sed, deshidratados, con pocas defensas y no podían huir. Entonces la gente los cazaba, algo que notamos cuando recorríamos el monte copeño”.
La lucha contra la caza furtiva es incesante, dijo. Incluso en los días de más calor, cuando la sequía fue más rigurosa para animales y personas, se observó gente en los alrededores del parque. “Lo que pedimos a la gente de la zona es que no acompañe a los cazadores ya que al parque hay que cuidarlo porque es de todos”, exhortó.
Historia
El guardaparques recordó que “antiguamente pasaban hechos similares tal como se publica en el libro Memoria verde, que refleja acertadamente la verdad sobre la ecología y sobre lo que pasó desde principios del siglo pasado, dónde queda demostrado claramente que siempre hubo desastres ecológicos con la gravedad que sucedieron especialmente por la mala intervención del hombre”.
En la región, dijo, lo que más se vio fue la gran mortandad de aves producto de la sequía y de temperaturas que superaron los 53º de sensación térmica. Aunque esto fue cambiando gracias a las constantes y copiosas precipitaciones que se dieron en las últimas semanas y que ya han superado los 400 milímetros, por encima de la media anual.
Álvaro Alsogaray, Guardaparques del parque Copo
El impacto de la deforestación
“Estamos viendo que hay un corrimiento de las isoyetas (distribución de lluvias) para el norte. Acá, en la zona, principalmente del bosque chaqueño, la Amazonia y la selva paranaense, el cambio climático se da por la deforestación.
Es muy palpable porque nosotros lo podemos observar cuando comienzan a generarse los cambios de tiempo. Por ejemplo, cuando hay un viento norte y va a venir un viento sur, ya se comienza a ver ese ambiente enrarecido y los vientos ya superan las velocidades de 80 Km, mucho más de lo que antes tenían. Esto se debe a que tenemos la zona sur, partiendo desde Pampa de los Guanacos y en zonas de Sachayoj y Coronel Rico (departamento Alberdi), totalmente desmontada. Si se observan los mapas satelitales se puede ver toda la deforestación existente.
Esto es algo que se agrava y la única manera de paliar esta situación sería con una buena política y tal vez con la nueva ley de bosques nativos podamos llevar adelante algunos proyectos que sean importantes, pero lo más importante es que se tome conciencia de que se debe cuidar el bosque y reforestar, fundamentalmente”. |
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