El río Paraná sigue creciendo y el panorama en diferentes puntos de la provincia se complica, no sólo por esa situación sino porque, además, las intensas lluvias provocan anegamientos y dificultan los procesos productivos en el distrito.
La crecida del río Paraná obligó a las autoridades de Reconquista, Santa Fe, Rosario y Villa Constitución a comenzar a aplicar medidas directas de prevención, al superar ese cauce la etapa de alerta del plan de inundaciones establecido por la Prefectura Naval Argentina en la costa santafecina.
En tanto, las dificultades son fácilmente observables por más de 800 kilómetros, desde Puerto Ocampo hasta Villa Constitución. En Reconquista fueron evacuadas 200 personas radicadas en zonas bajas del puerto. En San Javier, Cayastá y Helvecia no quedan moradores en la zona de islas; mientras que en esta capital se realizaron evacuaciones preventivas en varios distritos costeros. En Rosario, en tanto, fue desalojada la población isleña y en Villa Constitución, en el extremo sur de la provincia, hubo al menos siete familias evacuadas, según confirmó su intendente, Horacio Vaquié.
El subsecretario de Protección Civil de Santa Fe, Marcos Escajadillo, informó ayer: "Las juntas comunales de toda la provincia están controlando la situación en cada una de las zonas de riesgo, si bien la situación no provoca inconvenientes importantes por el momento".
Desde el lunes pasado se encuentra interrumpido el tránsito vehicular por la estratégica ruta nacional 7, que une Buenos Aires con el oeste del país, como consecuencia del hundimiento de una de sus calzadas, entre las poblaciones santafecinas de Rufino y Aarón Castellanos, debido a las intensas lluvias de los últimos días y al anegamiento de campos vecinos, según confirmó el director de la Agencia de Seguridad Vial de esta provincia, Gustavo Franco.
El funcionario indicó que quienes viajen desde Buenos Aires hacia Mendoza, tienen como alternativa desviar a la altura de Iriarte, por la ruta 14, hasta Chapuy, para retomar luego por la ruta 8 hasta Venado Tuerto. Quienes procedan de Córdoba serán desviados en la rotonda del cruce de las rutas 7 y 33, y, por esta última, hasta Venado Tuerto.
Otro distrito anegado
Las lluvias también anegaron la capital tucumana. Pasadas las 6, una fuerte tormenta se desató sobre la ciudad y en menos de una hora se inundaron varios barrios lo que produjo decenas de evacuados.
Además, según La Gaceta de Tucumán, numerosos árboles fueron derribados, se dañaron cables del tendido eléctrico y cientos de vecinos quedaron sin energía. El temporal llegó acompañado de potentes ráfagas de viento, de truenos y de rayos.
"Esto fue un desastre", manifestó Carlos Roldán, vocero de la Empresa Distribuidora de Energía Eléctrica de Tucumán (EDET), quien adelantó que las áreas más complicadas de la ciudad fueron la Oeste y la Norte.
En la Dirección de Defensa Civil Municipal informaron que los barrios más afectados fueron Alejandro Heredia, Olleros, El Salvador y El Sifón. Según el último comunicado, eran 70 los evacuados aunque esta cifra podría aumentar.
La Municipalidad de Tucumán, en tanto, precisó que fueron 70 los árboles caídos en diferentes calles de la capital.
El Niño traerá lluvias más copiosas
En los próximos meses se esperan lluvias muy por encima de lo normal como consecuencia de la consolidación del fenómeno de El Niño. Es probable, según los especialistas en clima, que hasta marzo o abril este fenómeno provoque situaciones similares a las de San Antonio de Areco, donde llovieron más de 300 milímetros en pocos días, en otras zonas del país, como el Litoral. El Niño es un fenómeno causado por el calentamiento del Pacífico ecuatorial, que se traduce en mayores precipitaciones en la región pampeana. Si en los últimos años la sequía fue la principal amenaza, ahora, el problema será el exceso de agua.
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