El Día de Reyes que vivieron ayer los cafayateños será recordado por mucho tiempo, porque a las 8.45 se desató una fuerte tormenta que causó toda clase de destrozos, dejando locales comerciales y otros edificios inundados y el mercado municipal totalmente colmatado de aguas servidas, dado que se saturaron los desagües y los líquidos cloacales afloraron hacia las instalaciones.
Todo comenzó con una mañana oscura, con densas nubes que cubrían de manera desacostumbrada el siempre luminoso cielo vallisto. La copiosa lluvia, que se extendió por más de una hora, dejó varios sectores de la ciudad anegados, como la zona este, desde la calle Intendente Bracheri hasta la unión con la 25 de Mayo.
Esta situación hizo que diversas familias cafayateñas, como los Rueda, los Ríos, los Vázquez y los Casimiro, emitieran airados reclamos contra las autoridades por los distintos medios radiales, por la falta de previsión y de obras de infraestructura. “Se priorizaron construcciones de cordón cuneta en zonas donde nunca hay problemas, dejando de lado sectores como el nuestro, donde esas obras eran necesarias”, manifestó una vecina de la esquina de Bracheri y Salta.
Los Vázquez, otra de las familias afectadas, dijeron: “Queremos que las autoridades vengan y se pongan a nadar en el fondo de nuestra casa. Hasta ahora nos llenaron de promesas y no cumplieron absolutamente con nada”.
El mercado municipal, ubicado a media cuadra de la plaza principal, fue otro de los sectores afectados, con el agravante de que se colmataron los desagües cloacales y las aguas servidas fluyeron hacia los locales comerciales, con todo el perjuicio que ello ocasiona y el peligro que representa para la salud de los consumidores de las carnicerías, verdulerías y hasta un restaurante, que funcionan allí.
La senadora Silvina Vargas y el diputado Román Villanueva recorrieron las zonas afectadas y, luego de verificar los daños, anunciaron que van a “coordinar tareas con el Gobierno provincial para llevar ayuda a las familias damnificadas”.
“Vamos a gestionar colchones y demás enseres domésticos”, dijo Villanueva.
Ya sobre el mediodía en Cafayate se informó que era necesario transitar con precaución por las rutas de la zona, como consecuencia del caudal con que bajaban ríos y arroyos.
En el caso del río San Antonio, sobre la ruta 40 entre Cafayate y San Carlos, el tránsito fue cortado por algunas horas hasta que bajó el caudal de agua.
Los pluviómetros instalados en algunas fincas vitivinícolas registraron 48,7 milímetros de precipitación camino a San Carlos y 50,5 milímetros en la bodega Domingo Hermanos, caídos durante la hora que duró el temporal. Esos datos contrastan con los 30 milímetros registrados en todo el mes de diciembre.
Un fuerte viento azotó, nuevamente, la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, provocando la caída de más diez postes de una empresa de televisión por cable.
El fenómeno, que comenzó a las 12 con un intenso viento proveniente del sureste, con ráfagas de hasta 62 kilómetros por hora, produjo daños materiales en especial en la zona este de la ciudad, sin que se hayan reportado lesionados.
Diluvió en Urundel
El sargento Jorge Caucota, de la comisaría de Urundel, informó a
El Tribuno que ayer en horas del mediodía se desató un verdadero vendaval sobre esta localidad del departamento Orán, con una copiosa lluvia y vientos con ráfagas de más de 70 kilómetros por hora, lo que provocó la caída de innumerables árboles y postes de energía eléctrica, servicio que fue restablecido pasadas las 18.
El sargento confirmó que a pesar de haberse registrado cuantiosos daños materiales no hubo víctimas de ninguna clase.
Medidas de precaución
Defensa Civil pidió tomar recaudos frente a las tormentas que pueden presentarse en enero.
El subsecretario del área, Gustavo Paul, recomendó cerrar puertas y ventanas al dejar la vivienda sola para evitar siniestros. “Cuando la casa queda abierta pueden ocasionarse daños en el interior y hasta algún cortocircuito. Suele ocurrir que los calefones se apagan con el viento y la pérdida de gas genera explosiones”, detalló. También se advirtió que es importante mantener limpias las rejillas y desagües de las edificaciones porque si el agua no se escurre bien empieza a filtrarse al interior.
“Cuando la vivienda se inunda hay que cortar la luz porque las paredes podrían cargarse de electricidad. Además es conveniente desenchufar aparatos eléctricos si hay rayos y truenos”, agregó Paul.
Las autoridades pidieron especialmente mantener despejadas las bocas de tormenta. “Como buen vecino hay que contribuir a la limpieza. Muchas veces las botellas o la basura tapan los desagües y hacen que se anegue una cuadra en poco tiempo”, describió el funcionario.