No es nueva la imagen de ciudades y pueblos cordobeses inundados o complicados por el agua que baja desde las zonas rurales tras fuertes lluvias. En las últimas semanas, se repitieron varias escenas en el centro y sur de la provincia. Pero ya no son sólo ambientalistas y agrónomos que bregan por una mejor derivación y conservación de los suelos rurales quienes advierten que esos problemas pueden ser cada vez más serios, si no se toman medidas para mitigarlos.
Ahora, hasta el propio Estado provincial admite esa situación y reconoce que, de la mano de los cambios climáticos anunciados, puede ser cada vez más habitual. Diego Concha, director de Defensa Civil de la Provincia, advirtió que "hay que estar más preparados"ante la posibilidad de que aludes de agua y barro de los campos generen complicaciones.
Concha está manteniendo reuniones con intendentes, jefes comunales, autoridades policiales y de bomberos para coordinar acciones ante emergencias de este tipo. Y recalcó que es clave que se asuma un plan preventivo entre municipios e instituciones ligadas a la tarea de Defensa Civil.
Concha admitió que es posible presumir que las lluvias severas sean cada vez más frecuentes y, con ello, haya más inconvenientes por enfrentar. Además de los pronósticos climáticos, el director de Defensa Civil enumeró factores como la deforestación y los incendios, en la zona serrana, que influyen. Indicó que por esas razones "no hay poder de absorción en la tierra y cuando precipita en poco tiempo mucho milimetraje, el agua corre con mucha velocidad".
Mientras, en las zonas llanas, hay regiones donde los campos en vez de retener aguas las evacuan sin planificación adecuada y terminan complicando rutas y zonas urbanas. El gobernador Juan Schiaretti pidió también medidas para enfrentar este fenómeno y reducir el impacto de las fuertes lluvias.
Consorcios canaleros.
El gobernador anunció días atrás en Río Cuarto el proyecto de crear "consorcios canaleros": organizaciones que reúnan a productores rurales por zonas, como desde hace décadas funcionan los consorcios camineros. Su finalidad sería construir y mantener canales de desagües rurales.
El proyecto, que entraría a la Legislatura en febrero, aún no está cerrado ni tiene asignado presupuesto.
Esos canales deberían evitar que los campos queden inundados e improductivos, como ocurre hoy con miles de hectáreas en el sur, y a la vez, que esas aguas terminen tapando de lodo a pueblos y ciudades, como ocurrió ya en numerosas ocasiones.
Mientras, otra alternativa para la contención de aguas hace años que se viene pregonando, con aplicaciones parciales en algunas zonas: los sistemas de tratamiento de los suelos en los campos, mediante nivelaciones y microembalses que retengan las aguas de lluvias.
Los agrónomos que defienden este criterio señalan que no sólo evita que el agua termine dañando caminos y pueblos, sino que de ese modo es retenida en los propios campos, lo que aumenta su capacidad productiva.
El ingeniero agrónomo Luis Crusta, uno de los impulsores del proyecto denominado Los Mil Lagos, para Tercero Arriba, advirtió que los grandes diques de contención y los canales pueden contener y derivar aguas, pero que en ese caso la erosión que produce en los campos el arrastre de las capas fértiles se mantendría.
Los minidiques harían, en cambio, que el suelo rural retenga más agua, sin derivarla, y así logre además una mayor capacidad productiva.
Pero esas obras requieren trabajos dentro de cada campo privado. Y la cuestión es quién se hace cargo, en esos casos, del costo de su ejecución.
¿Nuevo ente provincial?
La Provincia crearía en marzo un ente de control hidráulico, independiente de la Subsecretaría de Recursos Hídricos (ex Dipas). Su rol: revisar las derivaciones de agua en toda Córdoba. El dato fue adelantado por el ministro de Agricultura de Córdoba, Carlos Gutiérrez, días atrás en Río Cuarto.
Tareas para cada pueblo
Diego Concha, director de Defensa Civil de la Provincia, señaló que "hay que estar más preparados" para emergencias de este tipo.
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