Con la apertura de sobres de oferentes, el Ministerio de Obra Pública inició el proceso de análisis para encomendar la construcción de la presa Boca del Río, a seis kilómetros de Villa del Carmen y junto a la imponente Sierra de los Comechingones. El espejo de agua tendrá finalidades turísticas y de consumo, y coronará un corredor sobre la ruta N° 1 que quedará abierto en mayo con la inauguración del dique La Sepultura, en Cortaderas.
El presupuesto oficial para la obra fue fijado en 68 millones de pesos. Ocupará unas 120 hectáreas en la cuenca del arroyo Carrizalito y tendrá una altura estimada en 30 metros. Por sus dimensiones podría asemejarse al dique Potrero de los Funes, comparó el jefe del Suprograma Grandes Obras Hídricas Aníbal Falcón. “La idea es que pueda darle un empuje al turismo de la zona, aunque también podrá utilizarse para consumo humano y ganadero”, explicó.
Las firmas Chediack y Rovella Carranza fueron las dos postulantes que se presentaron a la licitación, con propuestas de 77 millones la primera y 71 millones la segunda. Una vez conocida la decisión del ministerio, la empresa seleccionada tendrá un plazo de dos años para finalizar la construcción.
Falcón resaltó que se trata de una inversión “muy importante”, ya que la presa abarcará un tramo de la ruta, hacia el oeste de las sierras, y los trabajos deberán incluir un camino de perilago entre los campos del sur del Departamento Chacabuco.
Boca del Río integrará un circuito de embalses en el Comechingones que puede vislumbrarse a sólo 15 kilómetros de Merlo, donde la provincia ultima los detalles de la presa sobre el arroyo La Sepultura. La inversión es de casi 82 millones de pesos, y la ejecución está a cargo de la UTE Sapem-Mercovial. Aunque será relativamente chica respecto a sus pares del territorio puntano (12 hectáreas), tendrá el tamaño suficiente como para reservar agua y atraer visitantes y emprendimientos a la zona. “Tiene un avance de obra del 97%. Durante el verano comenzaremos con el llenado y está previsto inaugurarla en mayo”, anticipó el funcionario. Los turistas que recorren la región la adoptaron como un atractivo más.
Si bien todavía no hay una confirmación formal, fuentes del Ministerio de Obra Pública informaron que comenzaron a realizarse los primeros estudios de basamento para lo que podría ser el tercer dique serrano. Estaría ubicado sobre el arroyo Papagayos, rodeado por los bosques de palmeras caranday, y también tendría fines turísticos.
