Si en la región prosperará la enfermedad del dengue, en Allen la situación sería muy complicada.
Es que una obra de cerramiento de un canal que lleva adelante el municipio, quedó inconclusa y miles de litros de agua están estancados entre basura de toda clase.
Los vecinos que habitan a pocos metros del canal no aguantan más la inacción. Tampoco los olores.
Lauchas, pericotes, moscas, mosquitos y todo tipo de insectos se reproducen en las aguas retenidas del canal secundario P3, lo que representa un gran foco infeccioso que afecta a la comunidad. Las altas temperaturas que se registran en esta época acentúan el problema.
Sucede que el municipio no finalizó los trabajos de relleno del canal secundario P3 que atraviesa gran parte de la ciudad y de esa manera quedó un gran tramo del conducto al descubierto.
Como resultado del parate de la obra, el agua del canal está estancada y cada vez más putrefacta.
El sellado del P3 comenzó hace varios meses atrás y los trabajos fueron realizados por el municipio y en conjunto con el Departamento Provincial de Aguas (DPA).
A fines de septiembre del año pasado y tras una prolongada interrupción, se habían reanudado las tareas de rellenado.
En esa oportunidad el secretario de Obras Públicas, Jorge Eidilstein, dijo que en pocos días se iba a terminar de tapar el canal entre los accesos Martín Fierro y Martín Güemes.
Pero eso no sucedió y las camionadas de piedra bocha que se volcaron ni siquiera llegaron al puente del acceso Martín Güemes. Todavía queda al descubierto la franja que comprende hasta la calle San Luis. La paciencia de los vecinos que viven en los sectores aledaños al canal ya se agotó. "No podemos seguir conviviendo con todo tipo de animales e insectos. Además el canal se convirtió en un basural y nadie hace nada. Hemos hecho muchos reclamos pero parece que la obra marcha a paso de tortuga", señaló a "Río Negro" una vecina que tiene su vivienda situada al este del acceso Martín Güemes.
Un aspecto preocupante es que muchos niños juegan en las aguas estancadas del canal, exponiéndose a una importante cantidad de riesgos. Además del agua podrida, el P3 contiene basura de todo tipo. Restos de botellas de vidrio, latas, escombros y hasta cubiertas de vehículos pueden apreciarse en el lugar.