La impotencia pega más que el agua misma cuando llega acompañada por la ineficacia y la falta de compromiso. Y aunque la bronca es mucha, el hombre saca fuerzas de quién sabe dónde ante una situación extrema. Una familia de la zona del Thompson ya tiene 17 centímetros de agua desde la entrada hasta el fondo y, a pesar de los reclamos efectuados, no ha recibido asistencia. Y la Dirección de Defensa Civil, que hace unos días negó que hubiera evacuados, ahora admite que “cinco familias de Bajada Grande se han corrido a los altos” y que en Puerto Sánchez hay una decena de familias de pescadores que deberían evacuar sus casas si el río creciera 20 centímetros.
En la última casa antes de la curva que desemboca en el parador del Thompson, y frente al camping, ya ingresó el agua.
“Hay 17 centímetros dentro del negocio y tiende a crecer”, admite Paúl, el dueño de la proveeduría y cabeza de una familia de ocho integrantes. “La casa completa está llena de agua: el frente, la cocina y el fondo; así que tomamos las precauciones y llamamos a un electricista matriculado para aislar los artefactos eléctricos. Para nosotros, es una inversión porque lo más importante es la seguridad de los cinco chicos”, acota.
El lugar es el primero en inundarse y el último en desaguar, de manera que en la zona reina la solidaridad entre los vecinos que esperan que irremediablemente les toque a ellos en pocos días, como ocurrió hace unos años.
“La indignación y la impotencia son muy grandes porque uno entiende que la crecida del río es una cuestión de la naturaleza, pero lo que molesta es que no haya respuesta de las autoridades”, cuenta el hombre casi al borde del llanto por la falta de respuesta a los llamados efectuados a las áreas de Defensa Civil municipal y provincial. “Cuando estamos secos vienen a hacer todas las inspecciones y nos exigen hasta el último permiso, pero cuando llega el agua no viene nadie”, se queja con bronca.

LA RESPUESTA. El director de Defensa Civil de la Municipalidad de Paraná, Simón Jesús Núñez, admitió a EL DIARIO que la zona afectada “fue declarada en emergencia y se les avisó a los comerciantes que no podrían seguir funcionando por el avance de las aguas”.
Sin embargo, el funcionario dijo no haber recibido “ningún reclamo de la zona del Thompson”, e insistió en que “no hay evacuados ni inundados en ese lugar por el río sino por la vertiente”.
Asimismo, Núñez explicó que se han efectuado trabajos de asistencia a vecinos de Bajada Grande, Los Arenales, Toma Nueva y Toma Vieja y reconoció que “hay cinco familias en Bajada Grande que se han corrido a los altos y otra está a pocos centímetros de tener que abandonar el lugar”, aunque evitó referirse a ellos como evacuados. En tanto, “otras 10 familias de pescadores de Puerto Sánchez están a 20 centímetros de tener que dejar sus casas”.