Al menos 140 personas murieron en los últimos 15 días en Brasil a raíz de los desastres causados por las fuertes lluvias, derrumbes e inundaciones en las regiones más ricas del país, que causaron más de 20.000 evacuados y pérdidas por 575 millones de dólares o quizás más. Los estados más golpeados son Río de Janeiro, San Pablo, Minas Gerais y Río Grande do Sul.
En Río de Janeiro se registraron 72 muertos, 52 de los cuales en la región de Angra dos Reis e Ilha Grande, con el derrumbe de un cerro sobre un barrio, tras las fuertes lluvias del 30 de diciembre en la región sudeste del país.
El gobierno de Lula destinará 80 millones de reales (unos 46 millones de dólares) para la reconstrucción de la ciudad turística de Angra dos Reis y para atender a las víctimas de los deslizamientos de tierras de la madrugada de Año Nuevo. Los recursos fueron anunciados por el ministro de Integración Nacional, Geddel Vieira, en declaraciones que concedió a periodistas tras sobrevolar las áreas afectadas por los deslizamientos causados por las lluvias que castigaron la semana pasada tanto Angra dos Reis como la vecina Ilha Grande.
El dinero será usado tanto en la atención de los damnificados por las lluvias como en obras para impedir nuevas tragedias y en la reubicación de cientos de familias que habitan en viviendas construidas en áreas de riesgo y podrían perderlo todo en cualquier momento si la situación climática no se revierte.
La secretaria de Ambiente del estado de Río de Janeiro, Marilene Ramos, admitió el miércoles que será necesario demoler hasta unas 3.000 viviendas en Angra dos Reis y en Ilha Grande, debido a que fueron construidas en áreas montañosas con riesgo de deslizamientos.
El alcalde de Angra dos Reis, Tuca Jordao, llegó a calcular las pérdidas causadas por las lluvias en al menos 214 millones de reales (unos 122,9 millones de dólares).
“Evidentemente que el gobernador (de Río de Janeiro, Sergio Cabral) presentará proyectos más amplios y anunciará obras de mayor amplitud”, dijo el ministro de Integración Nacional, al aclarar que los recursos anunciados hoy se destinarán exclusivamente a las obras más urgentes.
“La orden del presidente era que estuviéramos aquí para presentar soluciones rápidas e inmediatas, y eso fue lo que hicimos”, agregó Geddel Vieira, tras la visita a las áreas afectadas.
Las autoridades de Río de Janeiro iniciaron el martes la demolición de viviendas que estaban en riesgo de ser sepultadas por nuevos deslizamientos en el Morro do Carioca, cuyos corrimientos de tierra dejaron 21 víctimas en la madrugada de Año Nuevo.
Otras 31 personas murieron por los deslizamientos en la Praia do Bananal, una de las cerca de 100 playas de Ilha Grande, que sepultaron un hotel de lujo y siete viviendas en esta turística isla ubicada a 20 kilómetros de Angra dos Reis.
|
|
|