El río Atuel sigue sin escurrimientos en La Pampa, a pesar de que, por la época de verano, con deshielos en la cordillera y las lluvias, es cuando más caudal trae. Mendoza sigue sin abrir las compuertas de Los Nihuiles para mantener un flujo mínimo y permanente.
Ese compromiso quedó en la letra muerta del convenio que firmaron hace más de un año los gobernadores Celso Jaque y Oscar Mario Jorge. El acuerdo está frenado en el Departamento de Irrigación de la vecina provincia y ni siquiera ha sido tratado por la legislatura.
Un grupo de militantes de Alihuen (la asociación que encabeza el concejal ambientalista, Leandro Altolaguirre) remontó el cauce del río desde Algarrobo del Aguila hasta la naciente del río, en la zona mendocina de Malargüe.
Las fotos del sábado 2 en Algarrobo solo muestran un poco de agua encharcada, sobre el cauce seco, rastros del diluvio que provocó destrozos en San Rafael, a fin del año pasado, y generó un alerta hídrico en la región.
“Nunca soltaron agua. Nada. Eso fue más debajo de los diques. Solo corre agua si llueve cuenca abajo”, le dijo Altolaguirre a El Diario.
El grupo de Alihuen recorrió Jaguel del Monte, paso de los Algarrobos, Agua de Torress y llegó a Malargue. Llegaron hasta cerca del nacimiento del río, después de recorrer 28 kilómetros a pie.
“La idea es conocer bien de qué hablamos. En este momento el Atuel está en la máxima crecida del año, por los deshielos. Tienen un promedio de 65 metros cúbicos de agua. Es el momento que más agua tienen. Pero está toda envasada”, señaló.
El ambientalista indicó que “en realidad, están violando un compromiso que nunca cumplieron, respecto a que no se iba a interrumpir más el río desde el momento en que firmaron el convenio”.
El acuerdo firmado por Jorge y Jacque establece ese punto, si bien no menciona un flujo específico de agua ni parámetros de calidad.
“Eso se violó desde el primer momento. El agua entra cuando tienen problemas. No porque quieran darte agua. La sueltan cuando tienen problemas”, señaló Altolaguirre.
En realidad, el convenio entre los gobernadores “está muerto”, según planteó, además de Alihuen, la Fundación Chadileuvú, hace unos días. Nunca llegó a la legislatura mendocina y está frenado en el Departamento de Irrigación de Mendoza.
Altolaguirre renovó críticas sobre ese acuerdo. “Tiene puntos grises. Y a Mendoza no le podés regalar nada. Toman la palabra de lo que le damos y ellos no cumplen su parte”, dijo.
En el convenio, se plantea que La Pampa autoriza a Mendoza a trasvasar parte del Rio Grande (afluente del Colorado) al Atuel, a cambio de un caudal mínimo para la provincia y de invertir en la impermeabilización de los canales de riego mendocino, para que haya más excedente de agua.
“Siempre quedamos supeditados a beneficiar primero a Mendoza. Pero nunca cumplieron con garantizar el caudal mínimo fluvioecológico. Primero tendrían que cumplir eso”, planteó.
“Ante los reclamos de La pampa, siempre está la misma respuesta de Mendoza, dilatar el tema. Y cuando La Pampa no presiona, se duerme, no avanzan nada. No se le puede dar respiro a Mendoza con este tema”, sostuvo.
Por otro lado, Altolaguirre mencionó que la situación de sequía sigue perjudicando a los pobladores del oeste. “Pasamos por La Humada y no había llovido nada. La situación del oeste sigue siendo desesperante. Hace falta agua y mucha. En el este empezó a llover en diciembre, pero allá no”, contó.
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