Como ocurre en cada temporada, un desborde de aguas servidas provocado por un colapso en la planta de bombeo de ARSA colmó de malos olores las playas de la bajada 0. Durante gran parte de la mañana de ayer recibieron la escorrentía de los líquidos cloacales que como un manantial incesante se volcaron a la costa.
Aunque inicialmente las autoridades de la empresa dijeron que el problema se generó por el taponamiento de una de las bombas con un pedazo de trapo, luego se estableció que lo que provocó el colapso fue la rotura de un aro de bronce de la bomba de mayor potencia, lo que produjo una saturación en el bombeo de las menores y los posteriores derrames.
Además, como una de las bombas aún está en reparación, al cierre de esta edición pese a que se hablaba de la normalización del sistema no se descartaba que durante el horario pico ocurrieran nuevos inconvenientes.
"Nos percatamos de esto bien temprano, e inútilmente tratamos de comunicarnos con el teléfono de emergencias de la empresa, así que le pasamos el tema a la municipalidad para que lo retransmitieran, pero aunque después nos enteramos de que comenzaron con la reparación ninguno de los integrantes de la empresa vino a dar la cara ante la gente, y nosotros tuvimos que organizarnos como pudimos para informarles a los turistas que se alejaran del torrente, porque es un foco infeccioso" manifestó Mauro Scalesa, coordinador de los guardavidas.
El equipo comandado por Scalesa tuvo que improvisar accesos con tablas para que la gente no tomara contacto con el derrame y despejar lo antes posible el sector, ya que además una de las piletas de cemento se colmó por completo de aguas servidas, por lo que fue clausurada.
Juan Carlos Ricca, el gerente de explotación de ARSA, negó que pese al olor nauseabundo del agua proveniente de la planta, el líquido estuviera contaminado, porque afirmó qué "este líquido es sometido a un proceso de ´supercloración ´, así que lo que descartamos es que sea perjudicial o esté contaminado".
Por otro lado, el sábado a las 23 una vivienda ubicada frente a la terminal de bombeo, en las calles "Currú Leuvú" y "Puerto mejillones" se inundó por completo debido al mismo problema y tuvo que ser desagotada por personal de la firma.
Además, los vecinos que viven en zonas cercanas a estas dependencias de la empresa, refirieron que por la noche los desbordes se manifiestan de manera sistemática, y la presencia de una profusa vegetación en la zona de acceso al sector de costa que ayer inundó el agua cloacal evidencia la existencia de una permanente escorrentía.
"Revisaremos el sistema de alivio y mañana (por hoy) tendremos un panorama más claro de lo que provocó el problema, y además pensamos abocarnos al manejo del cañadón, ya que ante cualquier desborde el líquido llega a la playa a través de este accidente, y tendríamos que encontrar la manera de redireccionarlo" expresó Ricca, que reconoció que "lo central es evitar desbordes, porque vayan a donde vayan son un problema".