“Queremos contribuir a que logremos cuanto antes el salto a la era regenerativa”, afirmó el ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle, cuyo país es uno de los impulsores de la iniciativa.
La construcción de la red -que podría concretarse en los próximos diez años-, comunicaría mediante una red de cables de aproximadamente 6000 kilómetros de largo, los parques eólicos ante las costas británicas y alemanas con centrales hidroeléctricas en Noruega y centrales que generan electricidad valiéndose de las mareas en las costas belgas y danesas.
También se prevé la posibilidad de conectarlas con centrales de energía solar y eólica en el interior del continente europeo, informó la Deustche Welle.
La iniciativa es respaldada por Alemania, Francia, Bélgica, Gran Bretaña, Holanda, Dinamarca, Noruega, Irlanda y Luxemburgo, que ya en diciembre acordaron cooperar en este aspecto, y su costo recaería por las industrias del sector, de acuerdo a lo publicado por el periódico alemán, Süddeutsche Zeitung.
La súper red permitiría por ejemplo compensar las fluctuaciones de rendimiento de las centrales eólicas, actualmente dependientes de factores meteorológicos, y garantizar así un suministro fiable de energía renovable, aunque todavía restan por dilucidar al.gunos aspectos técnicos y económicos.
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