La provincia y el municipio de Neuquén llegaron a un acuerdo y se distribuirán la asistencia a las zonas más afectadas por la falta del agua. Ya no será, como en la primera reunión, "al este y al oeste de la calle Rohde", una delimitación que no dejaba en claro las responsabilidades de las partes. Se definieron los barrios y asentamientos y a partir de hoy, el EPAS y la subsecretaría de Servicios Urbanos comenzarán a distribuir agua potable en el oeste capitalino.
En la zonificación, las tomas Pacífica, 7 de Mayo; loteos sociales 1, 2 y 3 de Maronese y Toma Norte quedaron bajo la órbita de Provincia. Al municipio se le asignó la asistencia a las tomas 5 de Abril, Argentina, Altos de Neuquén, Lomas del Mirador, Almafuerte, al barrio Valentina Norte Rural y todo el sector comprendido por la meseta.
La reunión fue ayer por la tarde en el Ministerio de Hacienda, a cargo del subsecretario de Planificación y Servicios Públicos, Gustavo Ángel; y Horacio Baldo, secretario de Desarrollo Social de la municipalidad.
En el caso del sector comprendido en la municipalidad, para solicitar asistencia por este tema hay que llamar al 103, que es el teléfono de Defensa Civil. Para la zona asignada al gobierno provincial se habilitó el 08002224827, que habitualmente recibe los reclamos del EPAS.
Baldo confirmó que la distribución municipal se realizará todos los días, de 7 a 21. "Estará a cargo de la subsecretaría de Servicios Urbanos y de la delegación municipal de barrio Progreso.
"Calculamos que será todo el verano, porque no creemos que antes de que finalice el sistema llegue a funcionar en manera óptima", explicó el funcionario municipal.
La municipalidad y el gobierno provincial llegaron al encuentro tras una semana de reuniones y anuncios compartidos, pero también de varios desencuentros.
Las diferencias de cómo atender la crítica situación tenían que ver con que, a pesar del anuncio de una asistencia conjunta, el municipio reclamaba una mayor presencia del gobierno provincial. (Ver aparte)
Al respecto, Baldo confirmó la creación de una "comisión de trabajo sobre la problemática del agua", que conformada por funcionarios de ambas partes tendrá a cargo la coordinación del trabajo por lo que resta del verano.
Antes del acuerdo abundaron los cuestionamientos
Antes de que se alcanzara el acuerdo entre provincia y municipio sobre el reparto de agua, el intendente Martín Farizano y el subsecretario de Servicios Urbanos, Julián Villar, habían cuestionado duro al rol del Ente Provincial de Agua y Saneamiento (EPAS) en la crisis hídrica.
Farizano retornó ayer a sus funciones, y fue Villar el encargado de señalar las diferencias con el organismo provincial.
"Mientras el EPAS hace reuniones para ver cómo atacar el problema, nosotros estamos en las calles repartiendo agua", dijo el subsecretario. Precisó que "los únicos que estamos entregando agua a las familias afectadas somos nosotros" y destacó que "el servicio de agua no es en realidad un problema nuestro pero trabajamos para ayudar a los vecinos".
El jefe comunal advirtió que "el EPAS está atrasado en la contratación de camiones" y remarcó que "cuando se creó el comité de emergencia se suponía que era por la crisis y ya lleva tres años".
Mientras Farizano destacó que "estamos haciendo tendido del servicio en varios puntos de la ciudad", Villar enfatizó que "la realidad es que el EPAS no tiene camiones, no tiene presupuesto, prometió públicamente que este verano no iban a haber problemas y para nosotros estamos peor que el año pasado".
Al respecto el funcionario indicó que "con nueve camiones cisterna estamos entregando 550.000 litros de agua potable por día, que son 150.000 más de los que habitualmente entregamos a los sectores que no tienen red domiciliaria".
Las críticas al EPAS también llegaron por parte de la concejala por Libres del Sur, Mercedes Lamarca, quien tildó de "caradura" al titular del organismo Nelson Damiani por responsabilizar por la falta de agua a las familias que tienen piletas de lona.
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