Un grupo de residentes de Pasaje Flor de Cardón, entre las calles Santa Fe y Corrientes, del barrio La Tablada, en el sur de la ciudad, manifestó su malestar por una fosa abierta que se encuentra en un patio lindero al Club Estudiantes de La Tablada.
Según comentaron los vecinos, hace más de un año, aproximadamente, la fosa se abrió porque se desplomó una medianera sobre ésta. Desde entonces, permanece abierta, emanando olores nauseabundos y poniendo en riesgo a las familias que están cerca del pozo ciego. Si bien reclamaron al club para que realice la reparación pertinente, aún no se llevó a cabo ningún arreglo. Sólo se colocaron, de manera provisoria, unas maderas que no garantizan una mínima seguridad.
Analía es madre de una pequeña que no puede jugar en el patio de su casa por temor a que la niña se caiga a la fosa. Son varias las familias que comparten el patio donde se halla el pozo ciego, el que con las últimas lluvias se desbordó.
“Esta fosa es vieja y no debe tener menos de 6 metros de profundidad. Los chicos no pueden jugar por el peligro que representa. Tampoco se aguantan los olores; es insoportable”, reclamaron.
Si bien los residentes efectuaron la queja pertinente en la oficina de Atención al Vecino de la comuna capitalina, no tuvieron respuesta. Además, les preocupa el peligro que esto representa para su salud, por ser un foco transmisor de varias enfermedades. Según contaron, de la fosa emanan líquidos que muchas veces desembocan en el patio de la institución, donde además de bailes también se efectúan fiestas infantiles.
“Para los Reyes organizaron una fiesta y el día anterior de la fosa había salido cualquier cantidad de agua servida. Es un peligro que esto permanezca abierto. Atención al Vecino vino a ver, pero luego no volvió más y todo quedó en la nada”, agregaron.
Bailes
En otro orden, los vecinos del Pasaje Flor de Cardón manifestaron su descontento con las actividades festivas que se llevan a cabo en el Club Estudiantes de La Tablada. Aseguraron que durante toda la semana se realizan bailes, con música a volumen muy alto, a tal punto que tiemblan las ventanas. También destacaron que cuando se acercan a reclamar, son insultados. Denunciaron que, con frecuencia, desde los bailes apedrean los fondos de las viviendas.
“Llamamos a la Policía, pero ella al final de cuentas hace lo que puede. Si nos acercamos a reclamar, nos insultan y nos faltan el respeto. También nos apedrean. Así ya nos rompieron varias puertas y ventanas. Durante la noche no podemos dormir. La gente del Club nos pide paciencia y que nos acostumbremos a escuchar la música tan fuerte. Es una vergüenza lo que está pasando. No es vida para nosotros tener que aguantar estos atropellos. No tenemos porqué enterarnos de lo que pasa puertas afuera de nuestras casas”, dijeron.
"Esta fosa es vieja y no debe tener menos de 6 metros de profundidad. Los chicos no pueden jugar”. Analía, vecina damnificada del barrio La Tablada.
|
|
|