El intendente de San Luis del Palmar, Vicente Romero, aseguró ayer que en la localidad “tener luz o agua durante el día es casi un milagro”. Por ese motivo, “acá la gente tiene una bronca generalizada y es justificado el enojo. Nosotros mucho no podemos hacer, sólo gestionar y gestionar, pero parece que no alcanza eso”, manifestó en declaraciones radiales. En ese sentido, adelantó que “muchos vecinos ya han advertido que van a cortar la ruta. Nosotros tratamos de mantener la tranquilidad, pero esto puede superarnos”, sostuvo. “Los problemas son graves. Los comerciantes pierden sus mercaderías, el hospital tiene inconvenientes para atender a la gente”, resumió.
Seis días después del primer estallido social por la falta de agua y luz en Goya, vecinos y comerciantes se volvieron a convocar en la plaza Mitre pero esta vez para marchar hasta el Club Unión, donde hicieron una asamblea pública para definir los términos de un petitorio que enviarán al Intendente y al Gobernador.
“No queremos quedarnos en marchas, cacerolazos y nada más. Queremos respuestas claras y concretas por eso no reunimos para definir una estrategia”, adelantó a El Litoral el comerciante Aldo Ferezin. Y así fue ya que pasadas las 23 la reunión vecinal en Unión continuaba ya que los más de 300 ciudadanos que se dieron cita querían expresar su opinión.
Entre los puntos más destacados que van a incluir en la misiva que enviarán a las autoridades se encuentran el pedido de remoción del jefe de la Unidad Operativa de la Dirección Provincial de Energía de Corrientes (Dpec), Adrián González; y del subsecretario de Energía, Marcelo Gatti. Además, piden que mientras dure la emergencia se presente un recurso de amparo para que los usuarios no paguen el servicio.
En esa misma línea, desde la segunda ciudad de la provincia “exigimos al Gobierno provincial que se haga pública el monto de la multa que se le cobrará a la empresa responsable de esta emergencia y de ese monto, queremos saber cuánto va a ser destinado a Goya para resarcimiento por todas las pérdidas que sufrimos en todo este tiempo”, dijo un vecino desde el club donde todavía estaban reunidos.
En cuanto a la problemática del agua, los vecinos piden que se mejore en la potabilización del vital elemento y se lleven a cabo las obras pendientes, entre las que se encuentra la construcción de la planta potabilizadora de líquidos cloacales.
La paciencia de los goyanos se agotó después de haber estado casi una semana sin el suministro de agua potable y los cortes de luz, con altas temperaturas. Fueron factores determinantes para que la bronca estalle y salgan a la calle a pedir soluciones urgentes.
“Queremos darle formalidad a nuestro reclamo, esta convocatoria tiene que tener una dirección para que no termine solamente en una marcha más”, dijo Ferezin a este matutino. Por esa cuestión, la convocatoria de anoche fue para un cacerolazo pero además para que participe toda la ciudadanía de una asamblea donde definieron los términos en que se redactará el petitorio que enviarán al intendente Ignacio Osella y al gobernador Ricardo Colombi.
“La situación es gravísima. No puede ser que estemos 5 días sin agua y cuando tenemos un poco, sale turbia. Y el tema de la luz nos afecta a todos, los comercios no podemos trabajar de esta manera”, resaltó el vecino que tiene una agencia de seguros. “La empresa concesionaria del servicio de agua potable nos dijo que se rompió un caño maestro por eso el agua salía muy sucia. Es un estado crítico en el que estamos y queremos respuestas concretas, soluciones”, remarcó Ferezin.
El próximo paso será juntar firmas que acompañen al petitorio que viajará a la capital provincial y al Municipio goyano. El jueves se reunirán nuevamente para que cada delegado barrial junte firmas y se calcula que unas 40 mil personas firmarán la misiva vecinal.
Comerciantes, docentes, estudiantes, empresarios y vecinos en general esperan que ambas problemáticas tengan una pronta solución. Para lograrlo, tomaron las riendas de la situación y presionarán a las autoridades con este petitorio nacido anoche en el Club Unión de Goya.
Golpes a las cacerolas para que el reclamo se escuche fuerte
Comercios de Goya debieron cerrar sus puertas por falta de energía.
Hace una semana los vecinos salieron a la calle por primera vez para manifestar su bronca por los reiterados cortes de luz y de agua. Anoche y anteanoche las cacerolas salieron una vez más de la cocina para que los usuarios hagan ruido y la protesta se escuche en cada punto de la ciudad.
El domingo y anoche, un grupo de vecinos protestó en la plaza Mitre, pleno centro goyano. La convocatoria fue unos minutos antes de las 21 y la consigna era una sola: reclamar por los incesantes cortes de luz y como consecuencia de ello, de agua.
Comerciantes, docentes y vecinos en general se dieron cita en la intersección de las calles Colón y Mariano I. Loza. La concurrencia no fue multitudinaria como la de la semana pasada, pero los golpes se escucharon igual de fuertes. La bronca no disminuyó y las quejas se escucharon en todo momento.
Jorge Bellando, conocido comerciante de Goya, mostró su malestar por la situación y pidió la solidaridad de todos los habitantes de la ciudad “para nos escuchen” y “encontrar una solución lo antes posible a la falta de energía, que ya está pasando de castaño a oscuro”, aseguró a Power Noticias.
Otra señora, que prefirió no identificarse, imploró a todos los estamentos gubernamentales para den una pronta solución. “Así como el gobernador consiguió plata para terminar de pagar sueldos y aguinaldo, que exijan lo que nunca mandaron para hacer la obras energéticas que se necesitan”, dijo la mujer que fue aplaudida por los manifestantes.
Por otro lado, la propietaria de una panadería opinó que “es una vergüenza lo que estamos padeciendo, no se puede seguir de esta manera”. En ese sentido, dijo que “la situación no da para más, si esto no se corrige ya, los pequeños comerciantes como yo, vamos a perder todo”, remarcó preocupada.
La mujer comentó además que no tiene ninguna respuesta de la Dpec: “ni siquiera el teléfono de la guardia atiende”, subrayó. Según la comerciante de la panadería debieron cerrar las puertas del negocio porque no se puede hacer otra cosa.
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