Pocas son las gotas que restan de los 23 millones de metros cúbicos de capacidad que tuvo el embalse Lautaro, la única reserva artificial de agua que tiene el valle de Copiapó, en el norte del país.
Una intensa sequía, y sobre todo una sobreexplotación del recurso, tienen a esa zona sumida en una profunda crisis hídrica.
En contraste, el embalse El Yeso, frente al Gran Santiago, está en un nivel máximo con 225 millones de metros cúbicos, gracias a los deshielos, lo que obliga a la sanitaria Aguas Andinas a vaciar 3 metros cúbicos por segundo por la seguridad de las instalaciones. "Esto permite asegurar al agua potable para la Región Metropolitana hasta más allá del verano del 2011", dijo la sanitaria.
Para el norte, la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas había pronosticado en septiembre pasado que el embalse Lautaro se secaría este 15 de enero, pero esto ocurrió antes.
Sólo un exiguo riachuelo escurre por los quebradizos pastelones de greda en que se convirtió el fondo del embalse.
El panorama se ve sombrío para unos 700 agricultores del valle de Copiapó, que han tenido que restringir sus riegos. "En los nueve distritos en que se divide la cuenca, hemos reducido el agua a 100 litros por segundo por cada distrito; antes podíamos asignar hasta 250 litros por segundo", cuenta Hugo Cicardini, celador mayor de la Junta de Vigilancia del río Copiapó.
Según los regantes, éste es el límite, no pueden emplear menos agua porque les implicaría perder sus cosechas.
Los productores de uva de mesa, que están en plena producción, alcanzaron a irrigar sus parrones y estaban concluyendo con su época de regadíos, por lo que esta situación no les afecta, pero están inquietos.
La solución que piden todos, incluida la autoridad, es la desalación de agua. "Eso se lo hemos pedido a los últimos proyectos aprobados por la Corema, es decir, Caserones y Cerro Negro, que usarán agua desalada en sus operaciones", dice la intendenta Viviana Ireland al recordar la solución para Antofagasta.
El consumo humano, por el momento, está garantizado, afirma la intendenta. Para esto, la sanitaria local Aguas Chañar construyó 14 nuevos pozos que aumentaron en 50% su provisión de agua, pero advierten que la cuenca es una sola y no se sabe hasta cuándo durará.
10 millones de metros cúbicos era el promedio histórico del embalse Lautaro.
DGA: teme extensión del déficit hasta Santiago en unos 5 años
El jefe de la Dirección General de Aguas del MOP, Rodrigo Weisner, advierte que una de las primeras acciones que deberá afrontar el nuevo gobierno será preocuparse de implementar medidas que aseguren el agua para el norte del país y evitar el riesgo de escasez para las zonas centro y sur.
Weisner explica que si ello no ocurre, el conflicto del valle de Copiapó puede extenderse hasta la Región Metropolitana e incluso más al sur del territorio, agravado por los efectos del cambio climático.
Sobre Copiapó, dijo que la inversión del Gobierno ascendió a 12 mil millones de pesos, con el fin de asegurar hoy el riego agrícola de la zona: "El fenómeno de Copiapó se puede extender hasta la VI Región de O'Higgins en un plazo de 5 años más".
Agregó que el nuevo gobierno deberá seguir cuatro líneas de acción: invertir más en canales y embalses; hacer eficiente el uso hídrico, para hacer lo mismo con menos agua o hacer más cosas con la misma cantidad; acentuar la fiscalización por situaciones irregulares, y, hacer ajustes legales, como el reciente envío al Congreso de la reforma constitucional para elevar el agua al máximo rango jurídico en todos sus estados y como un bien nacional de uso público.
|
|
|