Edwin Escobar, vecino de la comunidad, aseguró que a su casa ni siquiera llega el agua para tomar, mucho menos para preparar los alimentos o para asearse.
Escobar destacó que esta situación lo obliga a recorrer 350 metros en bicicleta para cargar el agua desde el cementerio de El Guayabal.
El afectado dijo que no entendía por qué se les priva del agua potable, si todos los meses pagan el servicio al comité de agua.
En tanto, Amanda Vásquez dijo que aunque se mudó a Los Olivos para vivir con mayor tranquilidad, ahora le preocupa la falta de agua.
Vásquez expresó que su esposo se vio obligado a cavar un pozo para conectar un grifo a la tubería madre. “Solamente así recibimos el agua, pero el resto de la población no tiene esa oportunidad”, enfatizó.
En tanto Carmen Ulloa, secretaria del Comité de Agua de Los Olivos, se escudó alegando que el problema estriba en que el acueducto de esta comunidad no tiene la capacidad para que el Idaan les envíe el agua con la suficiente presión. En Los Olivos están conectadas unas 206 viviendas, que pagan mensualmente 3 dólares en los casos que cuenten con letrinas, y 3.50 dólares si utilizan servicio higiénico.
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