Se trata de ocho personas alojadas en el instituto psiquiátrico que, según el jefe de guardia, se niegan a tomar agua de los dispenser y consumen el líquido vital desde un depósito de agua que no está potabilizada.
Enrique Sosa, jefe de guardia del nosocomio, aseguró que algunos pacientes, por su cuadro psiquiátrico, no entienden que no deben consumir agua directo de las canillas sino del dispenser.
En diálogo con Cadena 3 explicó que “En un principio son ocho pacientes con gastroenteritis por ingesta de aguas que traen los bomberos y depositan en las cisternas”.
El profesional explicó además que la falta de agua en el lugar se debe a que las napas están secas y a la presencia de una Colonia de Vacaciones y al Ceprocor que consumen gran cantidad del líquido que hay en el sector.
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