Los integrantes del movimiento Barrios de Pie realizaron ayer una colorida y ruidosa protesta en la fuente del centenario de la ciudad en donde mientras lavaron ropa en su interior, reclamaron una solución definitiva a la acuciante falta de agua.
Los dirigentes reclamaron la urgente entrega de tanques de reserva dado que advirtieron que "se viene una ola de calor y puede generar violencia entre los vecinos".
La advertencia de los manifestantes fue admitida por el municipio, desde donde el subsecretario de Servicios Urbanos, Julián Villar aseguró que "si sube la temperatura como está previsto, va a aumentar la demanda de agua".
El dirigente de Barrios de Pie, Jorge Peralta, explicó ayer que "le pedimos a las autoridades del EPAS o del municipio que se anticipen a lo que puede pasar este fin de semana con la ola de calor y antes de que haya problemas sociales entreguen tanques de reserva para poder mitigar la falta de agua".
Peralta explicó que "las familias están acopiando agua en tachos y así no pueden vivir, por eso vinieron a lavar ropa acá porque en sus casas no pueden" - en referencia a la emblemática estructura de Olascoaga y las vías-.
Y advirtió que "nosotros hicimos un relevamiento y creemos que con 500 tanques de reserva se solucionan los problemas más urgentes".
Este pedido fue descartado de plano por Villar quien advirtió que "para frenar el problema en serio habría que entregar 2.000 tanques y eso cuesta un millón de pesos que el municipio no puede pagar". No obstante, el funcionario adelantó que "tenemos previsto para días de mucho calor, como este fin de semana, un refuerzo en la entrega de agua que es llegar con camiones con agua cruda para que la gente pueda regar las plantas y llenar piletas sin usar agua potable".
Peralta destacó que "tenemos miedo de que si se agrava la falta de agua los vecinos puedan tomar medidas extremas como agredir a funcionarios o tomar de rehenes a los colectivos como ha pasado".
Villar advirtió que "acá el problema es que no estamos ante una real emergencia, sino ante la falencia en un servicio".
En este sentido el funcionario precisó que "para el municipio esto no es una emergencia y por eso estamos con los camiones en la calle entregando agua casa por casa con un plan que armamos en agosto".
Agregó que "parece que los únicos a los que tomó por sorpresa esto fue a los directivos del EPAS que no se dieron cuenta de que iba a faltar agua".
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