En las últimas sesiones de diciembre último, el día 23, la Legislatura Provincial sancionó la ley 9.717, que concede autarquía al Centro de Excelencia en Productos y Procesos (Ceprocor). El Poder Ejecutivo provincial, por decreto 1.931, del 28 de diciembre, promulgó la nueva norma.
Como ministro responsable del área de Ciencia y Tecnología -de la que depende el Ceprocor- creo oportuno destacar dos cuestiones importantes en relación con este tema.
La primera es por qué consideramos importante y necesario otorgarle autarquía a esa dependencia.
Se trata de un centro de excelencia dedicado a la producción de conocimiento vía investigación científico-tecnológica y a la transferencia de ese conocimiento a la sociedad, para ser usado como innovación tecnológica. Es único en su género en el interior del país y merece ser un orgullo para todos los cordobeses.
En el mundo moderno se reconoce que una de las claves para el desarrollo es, casualmente, la creación de conocimientos y la innovación tecnológica. Pero éste se realiza a una velocidad vertiginosa y de manera compleja.
Estas circunstancias son razones más que suficientes para que organismos como el Ceprocor deban ser administrados con unos niveles de agilidad, flexibilidad y descentralización que no se obtienen con los tradicionales métodos que aplica la administración pública. En efecto, los conceptos actuales de la administración pública fueron diseñados hace más de 100 años, sobre la base de las clásicas estructuras burocráticas piramidales, rígidas, donde todo el poder se concentraba en la cúspide y desde allí "bajaba" en forma lenta hasta los niveles inferiores.
Este esquema de funcionamiento puede haber sido casi un ideal de perfección en aquellos tiempos, con un mundo estable o con cambios muy suaves y circunstanciales. Pero en la actualidad, donde casi lo único permanente es el cambio, la administración burocrática se transforma en un freno para los organismos que, como el Ceprocor, trabajan con el conocimiento.
El valor de la autarquía.
Para solucionar el problema anterior, surge la alternativa de dotar de autarquía a los organismos dedicados a la actividad científica y tecnológica.
¿Qué es la autarquía? Es un concepto del derecho y significa la descentralización y la capacidad de autoadministrarse, pero conforme a estatutos orgánicos provenientes de un poder superior.
En este caso, el Poder Ejecutivo Provincial, a través de nuestro Ministerio, se reserva el derecho de designar y remover a las autoridades del Centro; aprobar su plan estratégico y controlar que se cumpla, y fijar el presupuesto anual con el que se financiará al organismo para el desarrollo de sus tareas, sin perjuicio de los fondos que pueda obtener por la venta y transferencia de sus servicios al sector privado.
Esto no es un invento nuestro. Todas las instituciones del mundo y de Argentina dedicadas a la investigación y a la transferencia de conocimiento ya son autárquicas. Por ejemplo, las universidades, el Conicet, el Inta, etcétera.
Desde nuestro Ministerio, intentamos hacer lo posible para mejorar la eficacia y eficiencia del Ceprocor bajo el estatus de la administración pública, pero la experiencia de estos dos años pasados nos indica que no tuvimos el éxito esperado.
Por eso, aceptando que la sabiduría no pasa sólo por no equivocarse nunca sino, fundamentalmente, por saber reconocer errores y enmendarlos a tiempo, es que el Gobierno, con el apoyo firme de su titular, Juan Schiaretti, decidió cambiar el rumbo y dar al organismo el estatus jurídico de autárquico, siguiendo las buenas experiencias a nivel nacional y mundial.
Esto no significa desentendernos como Estado de este organismo; significa, simplemente, generarle una nueva alternativa organizativa que, con el aporte de todo su personal científico y administrativo, esperamos que facilite la posibilidad de que pueda concretar todo su potencial al servicio de la sociedad.
La segunda cuestión importante a destacar es la forma como fue tratado en la Legislatura. Una preocupación especial era que la autarquía pudiera transformar al Ceprocor en un organismo con capacidad de "pensar" a largo plazo. Esto es indispensable, ya que la actividad de ciencia y tecnología rinde sus frutos sólo si se puede sostener en el largo plazo.
Por eso, esa actividad debe considerarse como verdadera "política de Estado". En función de estos conceptos, el Gobierno envió el proyecto de ley de autarquía a la Legislatura, con la voluntad de dialogar con todas las fuerzas políticas allí representadas en procura de acordar un texto que represente la voluntad de todos o, al menos, de una muy amplia mayoría.
De ese modo, se garantiza que cualesquiera sean los futuros gobiernos de Córdoba, podrán contar con el Ceprocor como una herramienta útil para hacer política científica, tecnológica y de innovación.
La búsqueda de consenso legislativo requirió que el Ejecutivo aceptara modificaciones al proyecto original y que los legisladores, tanto oficialistas como de la oposición, pusieran ánimo constructivo y realizaran aportes perfeccionadores significativos.
En definitiva, lo digno de destacar es que primó el interés público sobre la lucha política partidaria. ...sta es una buena señal, una luz que permite abrigar la esperanza de que en Córdoba puede darse el diálogo con nivel y altura política y legislativa cuando se tratan temas de interés provincial. Esa luz que Córdoba siempre propagó a nivel nacional. |
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