El ministro de Salud de la provincia, Dr. Luis César Martínez sobrevoló ayer la zona más afectada por la crecida del río Salado para determinar el peligro sanitario que representa para los pobladores. Para atender a todos los damnificados por la situación, el funcionario ubicó el frente de trabajo en la localidad de San José del Boquerón desde donde partirá la ayuda a los más necesitados.
En tal sentido explicó: “Estuve en Villa Matoque, San José del Boquerón, La Candelaria y Las Delicias, no hay casas que estén bajo el agua, ha habido desborde sobre todo en la parte de Santo Domingo, donde la gente está en sus hogares y no hay evacuados”.
Confirmó que “se está haciendo pie en San José del Boquerón para que desde ahí se pueda asistir de manera inmediata a toda la gente perjudicada y se le otorgue ayuda sanitaria y alimento”.
Martínez indicó que el pasado sábado visitó Campo Gallo donde solamente quedan 2 familias de las 21 que se encontraban evacuadas por la crecida y que debieron ser cobijadas en una de las escuelas zonales.
“No hay riesgo sanitario, en Capo Gallo por ejemplo, había niños con cuadros de diarrea que tenían que ver con las patologías estivales, no eran algo específico de esta problemática, fuimos a constatar y hacer un control sanitario para verificar esta situación”.
Con relación al peligro de que se produzca un brote de dengue Martínez sentenció: “El mosquito necesita de agua estancada y, en este caso no tiene posibilidad de que el huevo o la larva crezca”.
Agregó: “De todas formas debemos tener el cuidado con estas lluvias de eliminar las vasijas o cacharros que puedan juntar el agua propicia para que el Aedes se reproduzca”.
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