Ayer volvió a aumentar el caudal del Paraná. En el puerto Corrientes midió 6,59 metros -subió 6 centímetros en 24 horas- y obligó a que nuevas familias decidan reubicarse en terrenos elevados. Organismos gubernamentales señalaron que comenzarán con el plan de contención a los damnificados cuando el río ingrese a la etapa de evacuación prevista a los 7 metros.
Por el momento, fueron 600 los ribereños (unas 80 familias) que se vieron obligados a abandonar sus viviendas y reubicarse por cuenta propia en otros lugares. Sin ir más lejos, ayer fue posible ver varios de estos casos. Los autoevacuados trabajaban de manera acelerada para levantar un corte de rancho que se trasformará en refugio hasta tanto las aguas retrocedan.
Según los especialistas del área de Defensa Civil, el número de autoevacuados se mantendrá hasta tanto el Paraná se ubique en el orden de los 7 metros. Recién entonces iniciarán la asistencia y evacuación de las personas afectadas.
Como referente del área en la provincia, Bruno Lovin-son, explicó a El Litoral que por el momento no está prevista la ayuda oficial a los damnificados teniendo en cuenta que meses atrás, cuando se registró la primera importante crecida del río, recibieron asistencia alimentaria y cortes de rancho.
Sobre esto último, detalló que los mismos tienen una duración de entre 7 y 8 meses. Asimismo dijo desconocer si el Municipio comenzó a auxiliar a las familias con raciones de comida.
Cabe señalar que, como en otras oportunidades, los barrios más afectados son: Río Paraná, Santa Marta, Virgen de los Dolores, Galván, Quilmes, Itatí, Sol de Mayo, Seminario, Lomas del Mirador y Punta Taitalo.
Lo que sí aseguró Lovinson es que están preparados para atender la contingencia. Al respecto detalló que son entre 10 y 14 los establecimientos educativos del radio de la costa que se encuentran en condiciones de alojar a los posibles evacuados. Agregó que, en una segunda línea, podrían cumplir este mismo rol Caps, Saps, centros de asistencia y hasta parroquias.
El funcionario remarcó además que aunque el río continúa con tendencia a crecer, no se están observando los parámetros que podrían alertar un nuevo repunte: la ocurrencia de copiosas lluvias en las altas cuencas.
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