La Corte Suprema de Justicia de la Nación, en un pronunciamiento emitido el 8 de julio de 2008 sobre la causa “Mendoza Beatriz Silvia y Otros c/Estado Nacional y Otros”, tomó conocimiento del fallo el juez federal de Primera Instancia de Quilmes, Luis Armella, en el centenario problema de la contaminación del Riachuelo.
Atento a esa situación la Corte entendió necesaria la participación de Agua y Saneamientos Argentinos (AySA), a fin de aportar ejecutividad y presencia institucional en la superación de ese flagelo ecológico.
Por lo pronto, AySA, en cumplimiento del Plan Director oportunamente aprobado por el Ministerio de Planificación, comenzó a elaborar concretos objetivos de trabajo que maduraron el 7 de diciembre último en la preselección de antecedentes de once empresas y consorcios, que aspiran a adjudicarse obras de saneamiento concluyentes para la recuperación de la Cuenca Matanza-Riachuelo.
Las obras en curso comprenden la construcción del Colector Margen Izquierda del Riachuelo, el Desvío Colector Baja Costanera, la Planta de Pretratamiento de líquidos cloacales de Dock Sud y un emisario subfluvial.
Sin desmedro de esos proyectos de pronta realización que aportarán soluciones ambientales de fondo al costo de una inversión de 698 millones de dólares, de los que el Gobierno nacional erogará 240 millones y el monto restante lo cubrirá el Banco Mundial, AySA y Acumar (Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo), suscribieron un convenio de acción inmediata de “Limpieza de Márgenes” de esa cuenca.
Plan de acción. Esas tareas que AySA realizará por cuenta y orden de Acumar apuntan a la Coordinación Técnica e Inspección de los trabajos de limpieza de las márgenes.
También se abordará el mantenimiento de las márgenes con el fin de establecer un corredor ambiental y la limpieza y recolección de residuos en áreas con deficiente prestación de dichos servicios.
Asimismo, el plan contempla la limpieza del espejo de agua en áreas del Río Matanza-Riachuelo y sus afluentes, mientras que Acumar aportará el total financiamiento para el funcionamiento de ese proyecto.
Ese plan de acción de limpieza de las márgenes del Matanza-Riachuelo se efectuará con el concurso de cooperativas conformadas por el Plan “Argentina Trabaja”.
Para implementar el plan AySA firmó Convenios Marco y Convenios Específicos de Coordinación con los municipios de Lanús, Avellaneda, Lomas de Zamora y Esteban Echeverría para la administración y control de los trabajos que realizan las Cooperativas.
El modelo funciona de la siguiente manera: las cooperativas integradas por 60 personas en promedio realizan los trabajos de limpieza y remoción de residuos.
AySA coordina e inspecciona la ejecución de las obras, capacita a los ejecutores, provee los materiales necesarios y administra los fondos que financian el plan, mientras la municipalidad dirige la obra y otorga los permisos que correspondan y colabora en la ejecución.
En los próximos días AySA firmará convenios con los distritos de La Matanza, Ezeiza y Almirante Brown para replicar este plan de limpieza en estos distritos.
También se está avanzando en este mismo sentido con municipios de la cuenca que están fuera de su ámbito de acción, como Cañuelas, Marcos Paz, Gral. Las Heras, San Vicente y Pte. Perón, o sea que se ubican en áreas ajenas a la cuenca Matanza-Riachuelo pero con segura incidencia ambiental sobre esa zona.
Hasta noviembre y diciembre de 2009 las cooperativas han removido 30.000 metros cúbicos de residuos de la ribera del Matanza-Riachuelo.
El plan prevé en total una inversión superior a los $120 millones a aportar por Jefatura de Gabinete a través de Acumar, para ser administrado por AySA.
A la fecha se han transferido a la empresa la suma de $40 millones en concepto de adelanto destinado a los trabajos de limpieza que ya comenzaron en noviembre pasado.
El Plan dará empleo a 2.400 personas desocupadas o en situación de vulnerabilidad social mientras que hasta la fecha existen 16 cooperativas conformadas a la fecha con injerencia en esos trabajos.
Sin desmedro de las traeas ahora en vías de ejecución debe recordarse que, respecto de los sedimentos embancados en el lecho del Matanza-Riachuelo durante más de cien años, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) impulsó hace dos décadas una iniciativa destinada a recuperar esos barros mediante tareas de dragado del curso de ese río.
Según la CNEA, las sustancias contaminantes de origen químico, muchas de ellas provenientes del trabajo de curtiembres así como de otros establecimientos fabriles, podría verse anulada mediante la confección con esos barros de ladrillos.
En realidad, los técnicos de la ex Obras Sanitarias y también hoy en día de AySA nunca estuvieron muy convencidos de la remoción de esos barros por la simple razón de que muchas de sus partículas podrían al desembancarse flotar hasta las tomas de agua de los establecimientos potabilizadores de Bernal y Palermo, especialmente en épocas de fuerte estiaje del Río de la Plata.
Lo que sí quedó en evidencia y que los planes de acción ahora encarados así lo contemplan, es que resulta urgente poner fin a todo futuro agravamiento de la situación ambiental del Matanza-Riachuelo.
Atento a esa consideración es que los proyectos encarados contemplan, en primera instancia, dotar con agua y cloacas a toda la población de la cuenca para evitar la futura prosecución de vuelcos de líquidos contaminados.
Luego, en segunda instancia, se aborodará también con absoluta premura mediante la realización de grandes obras de infraestructura el tratamiento de los efluentes cloacales generados en la cuenca para hacer, en contrario de lo ocurrido durante 150 años, un aporte positivo al saneamiento del Riachuelo. |
|
|