El titular de la intervención del servicio de agua potable y cloacas, Juan Luna Corzo, era ayer uno de los pocos funcionarios provinciales que acompañaban a Beder Herrera en su gira de trabajo por la ciudad de Chilecito.
Como protagonista principal del episodio con la privatizada Aguas de La Rioja, el funcionario aseguró en diferentes medios locales que el Estado Provincial se hará cargo provisoriamente de prestar el servicio que es esencial y básico para la comunidad y ratificó que "para nada la idea del gobernador es que el servicio quede en manos del Estado".
También indicó que la provincia certificó de forma pormenorizada el estado del servicio, que no es de las mejores condiciones y el desvío de fondos a fines distintos o ajenos al verdadero servicio público".
Además explicó que "en estos últimos tiempos la provincia realizó fuertes y millonarias inversiones para mantener de forma operativa el servicio en las ciudades mencionadas por omisión de la empresa".
Se estima que en los próximos días el Gobierno comenzará a armar la estrategia de conformación de la empresa mixta que en adelante se encargará de cubrir el espacio que deja Aguas de La Rioja.
Empleados tranquilos
Por su parte los trabajadores de Aguas de La Rioja se mantuvieron ayer expectantes ante el anuncio oficial que la empresa les comunicó pasado el medio día en una convocatoria amplia que realizó tanto en los filtros como en el local comercial de la calle Rivadavia.
Fuentes del gremio aseguraron que no tomarán medidas hasta no ver como se desarrollan los episodios futuros y confían en la garantía que les dio el Gobierno de que todos mantendrán su fuente de empleo cuando la SA con participación del Estado provincial se haga cargo definitivamente de la prestación del servicio.
"La empresa ya venía en retirada, porque hace rato que no impartían órdenes a nadie y se mostraban en una actitud pasiva frente a los avances del Gobierno", manifestó uno de los representantes del sindicato.
De cualquier manera los representantes de los trabajadores recordaron que están en alerta y comunicado con los referentes nacionales por si se producen despidos, pero aseguran que están confiados en la actitud de los responsables de la intervención con quienes pudieron seguir desarrollando sin sobresaltos, las tareas habituales.
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