En la región continúa el conflicto por la falta de suministro eléctrico y también de agua. Son varios los puntos geográficos que padecen este problema por eso vecinos de Almirante Brown se manifestaron ayer en diferentes oportunidades con cortes de calle para hacer escuchar su reclamo.
Uno de los lugares en los que se exigió que se reestablezca el servicio fue el barrio La Cumbre de Burzaco, donde no tienen luz desde la madrugada del martes, cuando se desató el fuerte temporal que azotó a buena parte de la zona sur. En Camino de Cintura y Prieto se cortó la circulación de tránsito desde las 14:00 hasta las 20:00. Allí exigieron al municipio y también a la compañía encargada de brindar el servicio, Edesur, “la pronta solución del problema”.
“Estamos acá, cuando hace 33 grados, porque necesitamos que el intendente –Darío Giustozzi- nos escuche. Somos tan vecinos como los de Adrogué, tenemos hijos, hay gente mayor que no tiene luz desde hace varios días ni tampoco agua, así no se puede vivir, es una vergüenza lo que están haciendo con nosotros”, resaltó indignada María Luisa Robino, de 34 años, mamá de cuatro niños.
Otro barrio de Burzaco que padece la indiferencia de autoridades comunales y también de la firma, es Las Rosas. Sus residentes llegaron hasta Monteverde y Goyena con las mismas exigencias. “Queremos hacer valer nuestro derecho de vecino, pagamos impuestos, ¿qué piensan que somos, animales?”, se quejó Antonio González.
Todos coincidieron con una premisa: recibieron el compromiso de que se reestablecería “a la brevedad” el suministro, algo que no ocurrió en tiempo y forma.
El caos vehicular fue la postal que se vivió ayer en las intersecciones mencionadas, y también sus alrededores, ya que los autos y colectivos no pudieron circular en ambas manos de la Ruta 4.
“Tuvimos que tirar la comida de la heladera, y la leche que teníamos para los chicos. ¿Quién va a pagarnos este gasto? Queremos decirles basta a quienes les corresponda solucionar este problema. No damos más, tienen que pensar que somos personas, somos seres humanos, hay altas temperaturas y estamos viviendo en condiciones pésimas mientras todos miran para otro lado”, señaló Silvia Marquez, que reside en La Cumbre.
En tanto, en Monteverde y Goyena, se realizó una quema de neumáticos a lo largo de la tarde, con la promesa de regresar “cada vez que sea necesario” si no hay soluciones a la vista. Allí se refirieron a “la falta de presencia por parte del municipio”. “Nosotros pagamos todos los impuestos, y no podemos usar los servicios, es un desastre, cuando los políticos escuchan que estamos cortando las calles recién ahí se acercan, pero creo que no hay vergüenza ni consideración”, agregó Marta Puguesi.
La situación es preocupante para los vecinos de la región, ya que desde las primeras horas del martes que no cuentan con el servicio eléctrico, y al ser un barrio que no cuenta con agua corriente y se maneja con bombeador, los habitantes de La Cumbre, hace cuatro días que tampoco tienen agua.
“El problema de la luz no es de ahora, hay un fusible que está puesto muy cerca de los cables, y cuando sopla fuerte el viento, los cables se tocan, el fusible salta, y hace que se corte el suministro de energía en todo el barrio”, explicó Hernán López, uno de las personas que llegó hasta el lugar para protestar.
De fondo el sonido de bocinazos, palmas, gritos y hasta algún que otro insulto de algún conductor acalorado que no podía pasar. “Lamentamos cortar, no es lo ideal, pero si no nos escuchan no queda otra. Es triste, pero nosotros estamos sufriendo esta situación y lo lamentamos de verdad por las personas que están siendo afectadas”, resaltó otro vecino.
En La Cumbre es el segundo corte que realizaron en la semana, ya que el miércoles se habían juntado en Prieto y Camino de Cintura para exigir una solución al problema. Entonces, según resaltaron, desde Edesur les prometieron reestablecer el servicio
“a la medianoche”, pero al ver que pasó otra jornada en la misma situación optaron por volver a cortar la arteria, “hasta que se solucione el inconveniente”.
En cambio, en el barrio Las Rosas el de ayer fue el primer corte. “Hay una sola vecina que tiene una bomba, pero no puede abastecer a todo el barrio, es insoportable el calor que hace y no podemos estar sin agua, es un barrio en el que muchas familias tienen nenes chiquitos, no se puede vivir así. Y comprar agua mineral tampoco se puede porque es un gasto terrible. El Municipio ni mandó un camión para abastecernos, nos tienen abandonados”, indicó Norberto López.