Las recientes crecidas registradas en el río Salado han comenzado a generar preocupación en las familias que viven en las zonas aledañas al cauce de este torrente, las que ven peligrar su estabilidad, de continuar aumentando el caudal como lo viene haciendo en las últimas semanas. En años anteriores se registraron grandes inundaciones a causa de los desbordes de este río, lo que genera una gran cantidad de familias que debieron ser evacuadas, a la espera de que las aguas bajen. El puente situado sobre la Ruta 92, que une las ciudades de Colonia Dora y Añatuya, se encuentra con el agua hasta el borde, por lo que la estabilidad del mismo y de la ruta, está siendo evaluada por autoridades de las áreas comprometidas. Operarios de Recursos Hídricos trabajan en la zona, a fin de evitar que grandes ramas obstaculicen el paso de las aguas por debajo del puente sobe dicha ruta, aunque ya se observan importantes desbordes, que de continuar el río en franca crecida será, prácticamente, imparable.
Los pronósticos de lluvia en el norte del país hacen prever una crecida aún mayor para este cauce, lo que hace peligrar no sólo la permanencia de la gente a la vera del río, sino que se agiganta el fantasma de las pérdidas de cosecha en los campos sembrados cerca del Salado, lo que tendría un gran impacto económico y social en la zona.