Un sismo de fuerte intensidad -6,2 grados en la escala de Richter, según el Instituto Nacional de Prevención Sísmica- se produjo ayer a la mañana en el Atlántico sur, a 25 kilómetros de profundidad y unos 350 kilómetros de la ciudad de Ushuaia. El movimiento no se sintió en Tierra del Fuego ni hubo información sobre daños.
Tras los primeros reportes del sismo, en el sur argentino hubo cierta tensión porque se temió la posibilidad de que se generara un tsunami. Pero esto finalmente no ocurrió: "Para que se hubiera producido un tsunami el sismo debería haber sido de más magnitud", explicó a Clarín Alejandro Giuliano, director del Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES).
El sismólogo Miguel Castro, de la estación Sismológica Mendoza, dio otras dos razones:
"El sismo fue en el Pasaje de Drake, justo donde se unen el Atlántico con el Pacífico. Y donde hay dos corrientes marinas es improbable que se genere un tsunami".
"La placa Sudamericana (es la que contiene a esta parte del Atlántico y de América del Sur) se mueve de este a oeste. Si se moviera en sentido contrario, un tsunami sería más probable en esta parte del mundo".
El sismo fue registrado por las 50 estaciones del INPRES a las 9 de la mañana. El movimiento también fue detectado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos.
El sismólogo Miguel Castro estaba ayer de guardia en la estación de Mendoza. Y estaba decepcionado porque se perdió la posibilidad de seguir el movimiento en el sismógrafo sólo por unos pocos minutos.
"El instrumento está en el sótano. Bajé a las 9.15 a ver cómo estaba todo y ahí vi que se había producido el sismo", contó a Clarín.
De acuerdo a los registros de la estación mendocina, el sismo fue de 6,3 grados en la escala de Richter.
Pero el director del INPRES relativizó ese dato. "Con una sola estación no se puede determinar la magnitud ni el epicentro. Para hacerlo se necesita triangular la información de diferentes estaciones. Además, la estación de Mendoza está muy lejos del epicentro de este movimiento sísmico", sostuvo Giuliano.
La estación de Mendoza está a 2.572 kilómetros del sitio en el que se produjo el sismo.
En tierra firme, el sismo de 6,2 grados que se produjo ayer hubiera provocado destrozos en cualquier ciudad. "Especialmente en las que la construcción no es antisísmica", precisó el jefe de la estación Sismológica Mendoza, Víctor Luraghi. "El terremoto de Mendoza del 26 de enero de 1985 (hubo 6 muertos y cientos de casas quedaron destruidas) tuvo una magnitud de 5,9 grados", recordó.
El terremoto que devastó a Haití hace una semana tuvo una intensidad de 7 grados en la escala de Richter. El sismo más potente de la historia se produjo en Valdivia en 1960, con una intensidad de 9,6 grados Richter.
"Con cada grado Richter aumenta 33 veces la energía liberada", explicó Giuliano. "Es decir que en un sismo con 2 grados de diferencia la liberación de energía fue mil veces mayor", agregó el experto.
En los últimos años, dijo el sismólogo Castro, se vienen produciendo movimientos sísmicos en esa zona del Atlántico Sur y la Antártida. Y adelantó que en los próximos días probablemente se sentirán las réplicas de este sismo. |
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