Alejandro Saavedra, ingeniero de Justiniano Posse, aseguró que tiene fotos que probarían que una chapa y algunas bolsas de arena taparon la mitad de una alcantarilla que hubiese permitido que el agua drenara más rápido, evitando muchos de los inconvenientes que produjo la inundación en esa localidad ubicada 251 kilómetros al sur de Córdoba, a donde hoy llegará el vicegobernador de la provincia, Héctor “Pichi” Campana.
En declaraciones a Radio Sudeste de esa localidad, Saavedra aseguró: “Nos quedó media alcantarilla para que salga el agua del pueblo. Tengo fotos. La Municipalidad puso una chapa con bolsas de arena con las que obstruyó una de las dos alcantarillas que quedaban limpias. Esto permitió que saliera agua del campo, pero obstruía la salida del canal del lado de Posse. No está aprobado por Dipas sacar el agua del campo”, aseguró.
Por otro lado, señaló que hubo “imprevisión”. “Desde las 9 de la mañana, cuando dejó de llover, y las 9 de la noche (del lunes) nadie había pedido bombas para sacar el agua”, señaló el ingeniero. Además, se quejó de que en un primer momento nadie sabía qué hacer y ni tampoco se tomaban decisiones. “Estamos sin una cabeza al frente. Nadie sabía qué hacer”, dijo.
Volver a casa. De a poco está bajando el agua y algunos de los evacuados volvían ayer a sus casas. Sin embargo, anoche quedaban unas 30 personas en la Unidad de Apoyo Municipal, según contó a Día a Día Juan Cruz Fanin, de estasenposse.com.ar, quien además dijo que ayer a la tarde se realizó una reunión entre el intendente Gerardo Zuin y un grupo de vecinos “porque están preocupados porque colapsaron los pozos negros, aparecieron víboras, y hay mosquitos que pueden traer dengue”.
En este sentido, el Jefe de Bomberos, Miguel Pereyra, dijo a este diario que propuso al intendente darle lavandina a los evacuados que volvían a sus hogares, para prevenir la transmisión del dengue.
“Los Bomberos sólo tenemos una guardia mínima en el pueblo. La parte que queda más afectada es la de la zona industrial, donde hay más o menos un metro de agua”. contó Pereyra.
Por otro lado, aunque había temor de que se produjeran robos en las viviendas de los evacuados, hasta ayer no había denuncias, mientras cinco móviles de la policía y dos patrullas camineras patrullaban el pueblo, según informaron desde la comisaría local.
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