Los pronósticos meteorológicos emitidos para este primer mes del año ya han quedado desactualizados. Con las tormentas registradas anteanoche, no se sostuvieron ni los árboles ni las tendencias climáticas.
Por las frecuentes lluvias registradas en lo que va de enero en la Capital, ya se superó la cantidad de precipitaciones estimadas para los 31 días del mes: los expertos habían calculado que caería un total de 119 milímetros, pero ya se acumularon 126.
Anteanoche, el temporal también hizo subir otras estadísticas: provocó la caída de 20 árboles, que, sumados al saldo de la tormenta de la semana pasada, hacen ascender a más de 240 las especies arrancadas por el viento en menos de diez días.
En las provincias de Chaco y Corrientes la situación resultaba ayer similar. En ambos distritos las previsiones auguraban que durante todo enero iban a caer 174 milímetros. Sin embargo, en Corrientes la cifra ya trepó a los 245 milímetros y en el Chaco, a los 271 milímetros.
En esta última provincia la tormenta de anteayer superó incluso el récord histórico de agua acumulada, marcado hace 46 años: tan sólo en un día cayeron 152 milímetros, cifra que no se registraba desde el 26 enero de 1964.
Como se dijo, anteanoche precipitaron en la ciudad más de 100 milímetros de agua en seis horas; las lluvias estuvieron acompañadas de ráfagas de viento que superaron los 90 kilómetros por hora.
Como consecuencia del temporal, que provocó inundaciones y cientos de evacuados [ver aparte], se registró la caída de más de 100 árboles e innumerables columnas del sistema de energía eléctrica y redes telefónicas, en los distintos distritos afectados.
En la ciudad de Buenos Aires, la tormenta comenzó pasadas las 20 de anteayer. Y, en apenas una hora, la temperatura bajó más siete grados. Desde el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) informaron que, al comenzar a llover, el termómetro marcaba 27°2 y que la sensación térmica alcanzaba los 29°5; a las 21, el registro había bajado a 20°.
Según un relevamiento de la Dirección General de Defensa Civil, cayeron 44,5 milímetros de lluvia en Saavedra, 30 mm en Villa Ortúzar y 34 mm en Aeroparque. También ocurrieron anegamientos en algunas avenidas como Libertador, Santa Fe y Juan B. Justo.
Según los expertos del SMN, la de anteayer fue la sexta tormenta del mes en curso, un trastorno que se enmarca en el fenómeno llamado El Niño y que logró superar los pronósticos anunciados. "Se esperaba que para enero cayeran 119 milímetros de agua en la Capital, pero, a la fecha, ya se han acumulado 126. Se trata de una situación distinta de la del verano pasado, que fue más seco", dijo a LA NACION María de los Milagros Skansi, encargada de las tendencias climáticas del Servicio Meteorológico Nacional.
"En gran parte -detalló la especialista- los trastornos han sido ocasionados por el fenómeno El Niño y son de esperar tormentas intensas por las altas temperaturas, incluso hasta abril próximo."
La tormenta de anteayer incluyó fuertes ráfagas de viento de, por lo menos, 80 kilómetros por hora, lo que ocasionó la caída de 20 árboles. Los destrozos más notorios se presentaron en la avenida Costanera, frente al Aeroparque, donde dos grandes árboles se desprendieron de raíz. Casos similares ocurrieron en las avenidas Scalabrini Ortiz, Coronel Díaz y Libertador, en alrededores de la Biblioteca Nacional, en el parque Tres de Febrero, en plaza Francia y en los barrios de Belgrano y Villa Devoto.
No se registraron heridos, aunque uno de los árboles caídos en la Costanera rozó un carro de choripanes. Varias cuadrillas del gobierno de la ciudad trabajaron ayer en la remoción de ramas y en la limpieza de los sumideros, algunos de los cuales estaban tapados con restos de basura, especialmente domiciliaria.
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