"Los organismos provinciales no cumplen con la legislación que a otros les exige", dijo ayer el licenciado Leoncio Montesarchio, titular de la Asociación Ambientalista del Sur (AAS) al evaluar las actuaciones del gobierno bonaerense en torno a la planta depuradora Tercera Cuenca, principal responsable de la no apertura para uso público de las piletas ubicadas en el balneario Maldonado.
Montesarchio dijo que a mediados de 2006 la AAS tuvo acceso al informe de impacto ambiental elevado por ABSA y que fuera aprobado por la entonces Secretaría de Política Ambiental.
"Pronto quedó evidenciada la baja calidad técnica del estudio, además de sus inexactitudes y, particularmente, la falta de evaluación del impacto sobre un ambiente que por su baja capacidad dispersiva podría afectar al balneario Maldonado con su carga bacteriológica y, tal vez, por otros contaminantes", dijo.
El titular de la AAS señaló que la evaluación de un estudio de Impacto Ambiental persigue tres objetivos fundamentales:
1) Aprobar el proyecto sin objeciones para su realización.
2) Introducir modificaciones previas a su realización.
3) Declararlo inaceptable para su realización.
Luego Montesarchio dijo que en función de las graves deficiencias encontradas, a pesar de las cuales la SPA aprobó el estudio de impacto, la Asociación se dirigió por cartas Documentos a la SPA y al Ministerio de Infraestructura (CD 799490034-6 y CD 79309241 -7) ambas del mismo tenor, con las siguientes preguntas:
1) Si existe declaración de Impacto Ambiental aprobada por esa secretaría (SPA).
2) Si en base a las observaciones formuladas --por diversas Instituciones-- se han realizado modificaciones al proyecto original.
3) Si se realizará audiencia pública (ley 11.723 y 25675)
4) Todo ello bajo apercibimiento de solicitarla judicialmente.
"Naturalmente, la audiencia no se realizó, las modificaciones sugeridas no se hicieron, la planta se construyó con importantes deficiencias a un costo desconocido que pagaremos a través de mayores impuestos.
"Las consecuencias de éste pésimo manejo están a la vista: el balneario Maldonado está sufriendo el impacto insistentemente advertido y aún no ha podido cumplir su importante función social-recreativa. Lamentablemente una vez mas, los organismos provinciales no cumplen la legislación que a otros exige", sostuvo Montesarchio.
Sin novedad. Tal como informáramos en nuestra edición del pasado lunes, los nuevos análisis de Bromatología ratificaron los valores anteriores; es decir, 1.100 colonias de streptococcus fecales cada 100 mililitros, cuando el máximo admitido por la Autoridad del Agua es de 36.
Esa bacteria puede ocasionar diversas patologías, básicamente gastrointestinales, pero que de llegar al torrente sanguíneo las complicaciones pueden ser aún más severas.
En base a esta situación las autoridades municipales ratificaron que no permitirán el acceso a las piletas, pese a que miles de bahienses de escasos recursos se vean privados de esa fuente de recreación.
"Cuando la salud está en riesgo no se puede ser flexible", dijeron.
Fuera de punto. Pese a las esfuerzos realizados las autoridades de ABSA no terminan de poner a punto las instalaciones de la planta depuradora levantada en inmediaciones del balneario Maldonado. Los ajustes se tornan imprescindibles para asegurar un normal tratamiento de los efluentes cloacales de miles de bahienses que, sin el debido proceso, terminan en las aguas del estuario.
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