“Mirá, 18 llamadas perdidas”, lamenta el subsecretario de Protección Civil, Marcos Escajadillo, y muestra la pantalla del celular. La entrevista ha consumido un lado y medio del casete, y el funcionario regresa a la rutina de marcar números. El esquema de acción con que el Estado provincial responde a las emergencias depende del contacto interpersonal, de una estructura de organización que se ha descentralizado, y sobre todo de una consigna: celulares abiertos las 24 horas y máxima predisposición.
El Dr. Escajadillo vive en la Argentina desde hace 35 años, aunque todavía conserva algo de un castizo acento peruano: es cierto que ya no trata a nadie de tu, pero aún pone la ese donde no corresponde. Es médico y durante 8 años fue el responsable de Defensa Civil en la ciudad de Rosario.
A caballo de ambas especialidades sostiene que en la protección civil, además de un buen diagnóstico es clave la predisposición laboral de quien debe dar una respuesta. Destaca esa actitud de la docena de empleados de carrera que trabajan en la provincia, en 5 ciudades cabecera. “En Medicina decimos que no hay enfermedades sino enfermos, y con las emergencias ocurre lo mismo: cada una es diferente”, dice para mostrar el esquema con que el Estado buscar responder a realidades particulares y distantes, en todo el mapa de la bota.
Comenta que hoy, “más que la inundación, nos preocupan las lluvias: hay poblaciones en lugares muy bajos. La sequía, la migración interna que provocó el conflicto del campo, todo ha colaborado con el asentamiento de viviendas en lugares bajos... La crecida del río tiene un sistema de alerta y a esos informes agregamos lo que nuestra red de trabajo observa desde el extremo norte de la provincia y provincias vecinas”, compara. Señala que sobre todo se observan datos sobre el Paraná con vistas a los próximos meses.
Una red de compromisos
La descentralización ha ido acompañada de una regionalización: hasta que asumió Hermes Binner el gobierno provincial, Santa Fe tenía una Subsecretaría de Emergencias con base en la ciudad de Santa Fe, una Dirección Provincial con base también en la capital provincial, y una Delegación en Rosario.
“Hoy tenemos un director provincial zona Norte, que tiene base en Villa Ocampo y se encarga de todo el Nodo Reconquista; un subdirector provincial con base en la ciudad de Santa Fe que sobre todo se encarga de la zona Centro, un director provincial Sur y un subdirector provincial Sur con base en Firmat, y en Rafaela un coordinador para no perder de vista la zona Oeste”, muestra Escajadillo.
“Cada uno -destaca- vive en el lugar en que actúa y se vincula con cada municipio y cada comuna para fomentar la creación o fortalecer las juntas municipales o comunales de protección civil”.
En esas juntas, presididas por la autoridad local, “se gestiona la prevención y un plan de acción: se identifican las fuentes de riesgo y se diseñan respuestas”.
Criterios
“A nivel internacional no se habla más de defensa sino de protección civil, es un concepto más genérico y abarcativo, tiende más a la prevención, a todo el trabajo previo a la emergencia. Además del cambio de nombre -recalca- pretendemos cambiar la forma de trabajar: buscamos generar organización, tejer redes para estar mejor preparados”.
“En la emergencia hay criterios básicos para definir cómo actuar, las respuestas deben contar tanto con organización como con una debida preparación”, explica el funcionario.
La organización diseñada por la ley y las políticas públicas tiene como base la Junta Municipal (o Comunal) de Protección Civil y los distintos niveles del Estado provincial. “Lo importante es que la organización se construye, se trabaja cada día, y en eso estamos siempre. No es sólo una cuestión de papeles y formularios, porque se puede tener una Junta formalmente constituida, hasta que ocurre una emergencia y entonces quienes están en la lista de integrantes del organismo ni siquiera lo sabían...”, grafica.
La ley define como responsable primario de la protección civil a los intendentes y presidentes comunales, “es una estructura piramidal de responsabilidades”, dice Escajadillo que habla de las ciudades y pueblos santafesinos como de “la base” de las acciones de prevención.
En una organización que trata más con hechos que con expedientes “el contacto interpersonal es irremplazable”. Todas las autoridades comunales y municipales y los senadores y los integrantes de las Juntas “tienen carpetas con nuestros celulares, los de todos los que conducimos”, insiste Escajadillo mientras espía las llamadas perdidas.
Entre sequía, piquetes e inundación
Desde que asumió su cargo, al subsecretario de Protección Civil le ha tocado lidiar primero con la sequía, luego también con los piquetes en las rutas y ahora con la inundación y las lluvias.
“Al comenzar la gestión el problema común era la sequía. Con el Ministerio de Aguas y Assa se desarrolló un esquema de provisión que funcionó muy bien para asegurar el abastecimiento humano. Sabemos que hubo dificultades, hubo que hacer refuerzos y no fue un tema sencillo. Y la sequía además de provocar problemas sanitarios y económicos muy serios, aumentó los incendios”, indicó el funcionario.
No había terminado ese período cuando se desató el conflicto entre el campo y el gobierno nacional. “Ahí tuvimos que diseñar un esquema de emergencia para poder garantizar que a los distintos lugares les llegara el combustible para que las ambulancias, los bomberos y las fuerzas de seguridad puedan responder a la emergencia, pese a los piquetes”, recuerda el funcionario.
“Hablamos con quienes conducían los piquetes para que los camiones rotulados por Protección Civil pudieran pasar, pero no era sencillo llegar hasta el lugar del piquete por las colas interminables que los precedían. En no pocas oportunidades tuvimos que coordinar cómo pasar con las cámaras de transporte, empresas distribuidoras de combustibles y las autoridades municipales. Además, los transportistas no querían intentar llegar a las comunidades aisladas porque se encontraban con los piquetes y hubo que acompañarlos desde Protección Civil. En algunos casos no se podía pasar pero se avisaba al presidente comunal para que -con sus equipos- vinieran a buscar el combustible a la ruta. Se dejaban mil, dos mil litros”, agregó.
Ahora, con la inundación “se activó la Junta Provincial de Protección Civil porque el problema es común la inundación por el valle del Paraná, pero también por lluvias convectivas que son lo más nos preocupa, porque son fenómenos mucho más repentinos”.
El Servicio Meteorológico Nacional es el único organismo que por ley puede dar alertas “para que no nos sorprendan estos fenómenos tenemos un convenio que fija un protocolo de trabajo: con alertas que siguen la progresión sur, centro, norte porque es así cómo se trasladan las tormentas. Cuando asumimos la provincia tenía una cobertura muy parcial: había sólo un radar meteorológico (en Buenos Aires) que sólo medía la zona sur. Ahora el Servicio instaló uno en Paraná que nos es muy útil. Se cubre ahora el 70% del territorio santafesino”, describió.
|
|
|