Una reunión se realizó ayer a la mañana en Casa de Gobierno, en la que el primer mandatario provincial habría requerido información acerca de las obras necesarias para solucionar el problema de los desbordes de la red cloacal.
Del encuentro, de acuerdo con la información extraoficial que se proporcionó, habrían participado funcionarios del Ministerio de Obras y Servicios Públicos de la Provincia, como también integrantes de la empresa Aguas de Catamarca, encargada de la provisión de agua potable y de la red de cloacas.
En la reunión se habría analizado la posibilidad de completar algunas obras para extender la actual red de cloacas y aliviar así el colapso que se produce en las cañerías, especialmente después de las lluvias.
En la actualidad, se está completando una extensión denominada by pass de la Colectora Este del sistema, una instalación de cañerías desde calle Mate de Luna cerca del arroyo Fariñango hasta la zona de la avenida Hipólito Yrigoyen, cerca de la estación de servicios Refinor.
Son aproximadamente 3 kilómetros de cañerías que se están construyendo con los permisos de la Secretaría del Ambiente y de Desarrollo Urbano.
Para aliviar el sistema de transporte cloacal para todo el sector norte, se necesita una obra que debería extenderse 2 kilómetros y medio hacia el norte desde el aliviador que se está concluyendo ahora.
Pero para ello, tal como lo aseguró Pablo Murúa, integrante del directorio de la empresa de agua y cloacas, no se cuenta con los permisos para completar el trabajo.
Si bien no hubo ninguna voz oficial acerca de los resultados del encuentro, se habría acordado iniciar las obras de la extensión de la red para llegar a los vecinos del norte de la ciudad. Pero no trascendieron fechas de inicio ni de finalización de dichas obras.
Como ya lo informó este diario en reiteradas oportunidades, cada lluvia que se registra en la Capital provincial hace colapsar el sistema de cloacas, especialmente en los barrios que están ubicados desde la avenida Belgrano hacia el norte, y mayormente en los conglomerados lindantes con la avenida México, desde Parque América hasta la avenida Virgen del Valle Norte.
Luego de las lluvias, en todas las bocas de cloacas, el agua servida fluye desbordante por las esquinas, dejando no sólo un olor nauseabundo, sino también una enorme laguna en la que la gente puede contagiarse las más diversas enfermedades.
Y no sólo eso. Mientras los desbordes permanecen sin arreglo, está latente la posibilidad de que el mosquito vector del dengue se reproduzca en estas lagunas, incrementando notablemente el riesgo de enfermedades para toda la población de los barrios de la periferia norte. |
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