El cauce del río Dulce se transformó ayer en una zona de alto riesgo debido a que pasó de 80 m3/s durante la mañana, a 200m3/s por la tarde, en una rápida crecida que activó una serie de medidas de prevención, principalmente para los bañistas.
Desde la Secretaría del Agua de la provincia, el Grupo Especial de Rescate (GER) y Defensa Civil municipal, advirtieron sobre el riesgo de ingresar al río sin tomar los recaudos necesarios y delimitaron las zonas prohibidas donde pueden producirse accidentes.
Ayer, personal de dichas dependencias cercaron el sector del cauce permitido para los bañistas, pero en cuestión de horas la señalización había sido tapada por el abundante agua que ingresaba al lecho.
En diálogo con EL LIBERAL, el secretario del Agua, Ing. Abel Tévez, explicó: “Ahora se va a poder apreciar claramente el aporte que está recibiendo el Dulce debido a que se tuvo que incrementar el caudal erogado con el propósito de mantener los niveles en la cota 272 metros sobre el nivel del mar”.
La medida tuvo que tomarse como consecuencia de las intensas lluvias producidas en la cuenca alta del Salí-Dulce, por lo que ayer el caudal recibido alcanzó los 200m3/s. El incremento será aún mayor de acuerdo con los aportes que reciba el Embalse de Río Hondo.
Como se sabe, cuando ocurre una crecida de este tipo, el río Dulce se torna inestable y peligroso para los bañistas porque las zonas profundas varían su ubicación y se producen los conocidos pozos de arena.
Por ello, Tévez recomendó a los santiagueños ingresar al agua con responsabilidad y evitar dirigirse a las zonas prohibidas que delimita el personal del GER para que no se produzca una tragedia.
Por el momento, la crecida no constituye un peligro para las familias que viven en los barrios cercanos al cauce del río, sin embargo en caso de seguir aumentando el nivel del agua se notificará la situación para que abandonen la zona.
Recomendaciones
Consultado por este diario, el director de Defensa Civil de la Municipalidad de la Capital, Jorge Pikaluk, dio una serie de recomendaciones para los bañistas que quieran ingresar al río a pesar de la crecida.
“Se debe respetar las zonas delimitadas por el GER y no transgredir esos sectores para evitar posibles hundimientos o accidentes mayores”, dijo y añadió que quienes ingresen “no deben consumir bebidas alcohólicas porque reduce los reflejos y pueden producirse ahogamientos”.
Agregó: “Hay que asumir la responsabilidad de los niños de la familia y vigilarlos de cerca para que no se dirijan hacia zonas profundas del cauce”.
Zonas de riesgo
Desde el Grupo Especial de Rescate (GER) explicaron que la crecida del río Dulce produce modificaciones en su suelo arenoso que pueden propiciar la creación de pozos peligrosos para los bañistas. Cuando el nivel se mantiene normal, estos hundimientos pueden identificarse claramente, pero cuando aumenta considerablemente la cantidad de agua el lecho se vuelve inestable. Por ello, recomendaron estar atentos a las varillas rojas ubicadas en el agua y las zonas de defensa que suelen ser especialmente peligrosas. |
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